Patricia Gámez, la candidata de la planilla 10 que busca presidir el Colegio de Abogados
De todas las planillas de candidatos y candidatas para optar a la Junta Directiva y Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), la planilla 10, Unidad x la Justicia, está encabezada por una mujer: Patricia Gámez. A pesar de que mujeres profesionales del derecho, relacionistas internacionales y politólogas conforman el CANG, esta entidad únicamente ha tenido una presidenta, desde su creación en 1947. Para conocer más de cerca a Gámez, Ruda conversó con ella sobre el CANG, su trayectoria y la importancia de esta elección para la justicia en el país.
Por Jasmin López
Háblenos un poco de su trayectoria profesional. ¿Cuáles son sus mayores logros?
Mi nombre es Patricia Gámez y actualmente soy abogada independiente. Hace seis meses, aproximadamente, salí de un ejercicio judicial de 25 años que presté al Organismo Judicial (OJ), dentro del régimen de carrera judicial como Juez de Primera Instancia Penal. Básicamente, mi ingreso a la carrera judicial fue en el año 1999, justamente cuando se estaba implementando la Ley de la Carrera Judicial y se estaba realizando la implementación del actual Sistema Procesal Penal Acusatorio.
Uno de los principales logros creo que fue la implementación de buenas prácticas para hacer efectiva la implementación del sistema procesal penal acusatorio, entre ellos la oralidad, el ejercicio, la garantía de publicidad, de defensa; el trabajo en coordinación con las instituciones de Justicia, Defensa Pública Penal, Ministerio Público, Sistema Penitenciario y el Ministerio de Gobernación a través de la Policía Nacional Civil; esa coordinación interinstitucional que tanto favorece al sistema de justicia, pero que también resguarda al sistema de garantías tanto de la persona imputada como de la víctima.
¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta una mujer en el ámbito laboral de la aplicación de la justicia?
Cuando yo empecé a trabajar rondaba los 30 años, entonces era una mujer bastante joven y mi primer destino fue el Juzgado de Primera Instancia Penal de Chimaltenango. En ese entonces se había dado coincidentemente la destitución de varios empleados judiciales a consecuencia de una huelga que fue declarada ilegal, y entonces teníamos escasez de personal, teníamos dos o tres auxiliares judiciales en todo el juzgado, y un día yo estaba en la comisaría apoyando la recepción de documentos cuando llega un abogado y me dice, “Señorita, perdone, quiero hablar con el señor Juez”. “A sus órdenes”, le digo yo. “Usted no me entiende -me dice- yo quiero hablar con el señor Juez, no con usted”. Y entonces le dije, “Ah, okey, con gusto, pase adelante”.
Lo pasé al despacho y detrás de él me fui yo, y tomé mi escritorio y le digo, “¿En qué le puedo servir?”. Él cambiaba de colores y me dice, “Perdone, perdone usted, yo me imaginaba ver a un hombre con lentes, mayor, no a una jovencita. Es demasiado joven”. Le dije, “Bueno, aparento tener juventud y soy mujer, pero estoy para servirle en lo que usted necesite, de conformidad con la ley”.
Yo creo que eso marcó, porque era un abogado de la plaza, así se le llama a un abogado local. Eso marcó, porque yo acababa de llegar al juzgado. Marcó un antes y un después en este caminar judicial, como usted dice, dominado muchas veces por la figura masculina, que es muy respetable, pero que cada día las mujeres hemos conquistado más espacios de respeto y de meritocracia en el sistema judicial.
Otra de las anécdotas fue cuando tuve mi primera reunión con la Asociación de Abogados Locales y cuando ellos platicaban conmigo me decían, “Mire, nosotros pedimos a la Cámara Penal que nos enviara un juez para que atacara el tema del atraso judicial, y que pusiera orden en este juzgado, y nos mandan una muchachita”. Entonces le dije al abogado, “Ustedes hagan su trabajo con rectitud y con contundencia y yo voy a hacer lo mío”.
“Le garantizo-le dije- que en tres meses el juzgado va a estar al día y que vamos a hacer todo lo posible porque el sistema de justicia penal en Chimaltenango se proyecte como tal. Eso sí, eso requiere también que cualquier mala práctica que haya desde el ejercicio de la abogacía sea evitada; y yo, por mi parte, haré lo que me toca porque las malas prácticas que hay en esta sede judicial se cambien”. Eso evidenció de alguna manera que las mujeres, profesionales o no, podemos hacer el trabajo.
Foto: Meme Solano
¿Ha enfrentado obstáculos para ejercer su profesión de manera ética? ¿Cuáles han sido?
El sistema no está todavía muy preparado para privilegiar la meritocracia. Eso es a nivel general, sin que tenga mucho que ver con la perspectiva de género. Es decir, debemos generar un mecanismo que privilegie y que pondere, que premie de alguna manera, no porque sea una gratitud ser ético, sino porque es una obligación.
Personalmente digamos, sufrí en algún momento una especie de ostracismo a raíz de ciertas actitudes de defensa que lideramos, que se respete más bien el sistema de carrera judicial y eso genera a veces mucha molestia, genera frases como “Ya, ya no, ya cállese, ya quédese quieta, ya jubílese, ya molesta mucho”. O sea, de sentir que se es incómodo en un espacio determinado.
Pero eso, más que cansarnos, nos da ímpetu y significa que tenemos que seguir luchando, y que las metas pueden ser alcanzables si todos nos unimos y procuramos que así sea. Pensar en que aparte de lo que pueda esforzarme económicamente por darle a mis hijos, yo quiero contribuir a darles un mejor país.
Veo con mucha envidia de la buena a países democráticos en donde la gente puede vivir en libertad y puede disfrutar de la seguridad plena, y de servicios públicos eficientes, carreteras y demás servicios, no digamos de un sistema de justicia garante de la tutela que debe ejercer y de la protección verdadera a sus ciudadanos.
¿Quiénes conforman su planilla y cómo definieron el listado?
Yo estoy postulando actualmente para la presidencia de la Junta Directiva del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.
Ese es un esfuerzo de un equipo fortalecido que me acompaña en esta participación, y de organizaciones que se unieron desde que se ha elevado el grito por el rescate al sistema de justicia y que continuamos luchando en diferentes espacios, y no cesaremos hasta que los cambios de verdad se generen.
Pero eso tiene mucho que ver con la forma en que se elige, la forma en que se permite que se hagan este tipo de campañas, que en lugar de ser promociones de los mejores perfiles para la representación del colegio, se vuelven campañas proselitistas y esas son algunas de las cosas que deben cambiar.
¿Quiénes apoyan su planilla?
Fuimos el expediente número 11 que se presentó, pero al momento del registro fuimos registrados como planilla 10. Esta planilla está promovida por Unidad x la Justicia. La lidera mi persona a la presidencia, que sería la segunda presidenta del Colegio de Abogados. Dese el 2005 no se elige la mujer presidenta y desde 1947 solo ha sido electa una mujer presidenta, que es la licenciada Yolanda Pérez Ruiz. En la vicepresidencia me acompaña el doctor Javier (Puac), de Quetzaltenango. Es un connotado profesional, ético, responsable.
El perfil de las personas que de alguna manera fuimos postuladas para para hacer este equipo que conforma la planilla 10 fue perfilada de esa manera, personas que tuvieran una trayectoria transparente, dispuesta a poner su declaración de intereses a la vista, es decir, motivados por legítimos intereses que llevan a querer únicamente beneficios para el agremiado.
Foto: Meme Solano
Hicimos un compromiso de equipo, una declaración de qué intereses nos motivan a participar, por qué queríamos participar, para que esta participación tuviera esa genuinidad y esa legitimidad de que requiere el proponer una planilla para la Junta Directiva y luego otra planilla para el Tribunal de Honor, que es presidida por el licenciado Elvio López, él es de San Marcos, es un abogado que también ha demostrado con hechos que su compromiso es real y contundente.
Y en la secretaría de la Junta Directiva está el licenciado Alberto Luján. Él es un abogado del sector privado. Como tesorera fue postulada la licenciada Karla Díaz, su experiencia en el manejo de números nos da de alguna manera ese conocimiento que se requiere para la labor que va a realizar. Hay una abogada de la defensa pública, la licenciada Marleny Rodríguez, que también acompaña al equipo.
Y así una variedad de profesionales. Nos acompañan también profesionales de las ciencias afines, hay una conformación bien diversa. La licenciada María Caba, de Quetzaltenango, está postulando también para el Comité Asesor de Inversiones del Colegio.
¿Por qué es importante para usted competir por la Presidencia del CANG?
Sabemos que el Colegio de Abogados administra, no utiliza, administra una buena cantidad de recursos que proceden de los contribuyentes, pero también de los agremiados que contribuimos al régimen. El colegio no ha sido un ejecutor de proyectos de cooperación desperdiciando este valioso recurso, y de alguna manera se han sacrificado únicamente los recursos de los agremiados y del pueblo de Guatemala para realizar las diferentes actividades, cuando hay algunas cuestiones que pueden ser gestionadas a través de mecanismos de cooperación.
Tal es el caso de las capacitaciones, donde hay tanta oferta tanto a nivel nacional como internacional, que el colegio puede ser facilitador de ese tipo de capacitaciones y no lo es, de un congreso jurídico que debe llenar las expectativas del colegio, que es generar investigación y proyección académica, pero que no es pensado con ese objetivo o que no reúne ese objetivo.
El plan de prestaciones no es incluyente, prácticamente está dirigido a notarios. Los abogados y demás profesionales debemos contribuir voluntariamente si queremos ser alcanzados por el plan de prestación. Hay un sinfín de cuestiones que a nivel de administración del Colegio de Profesionales de Abogados y Notarios de Guatemala puede realizarse.
¿Por qué es importante para usted competir por la Presidencia del CANG?
La perspectiva de una mujer dirigiendo el colegio da un mensaje muy positivo respecto a estos cambios que la población visualiza en la dirección de cambio de perspectiva. Creo que le podemos imprimir esa connotación.
Yo hablaba al inicio de que el colegio debe ser un referente jurídico, pues cuando pensemos en un profesional del derecho y de las ciencias sociales, tenemos que ver en la representación del colegio ese referente jurídico que se necesita, esa proyección hacia el servicio social y del país que debe realizar el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala, y eso empieza con tener una representación que lo proyecte de esa manera.
Conoce más de Patricia Gámez en la segunda parte de esta entrevista a publicarse este 4 de febrero.