María Xol, abogada Q’eqchi’, busca recuperar la Defensoría de la Mujer Indígena

Foto: Derik Mazariegos

María Xol, una mujer maya Q’eqchi’, con más de dos décadas de lucha por los derechos de las mujeres indígenas, asume la dirección de la Defensoría de la Mujer Indígena. Su nombramiento, resultado de un proceso transparente tras años de debilitamiento institucional, marca un nuevo rumbo en la defensa de la justicia y la dignidad de las mujeres indígenas en Guatemala.

Por Wellinton Osorio

En la sede central de la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI), María Xol, una mujer maya Q’eqchi’ originaria de Alta Verapaz, recibió a Prensa Comunitaria para hablar sobre su trayectoria, los desafíos que enfrenta la institución y su visión para fortalecer los derechos de las mujeres indígenas en Guatemala.

Su nombramiento anunciado el pasado 24 de enero representa un hito histórico: es la tercera mujer Q’eqchi’ en asumir la dirección de la DEMI, una entidad creada en 1999 como parte de los Acuerdos de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas. Sin embargo, en los últimos años, la institución ha enfrentado una severa desinstitucionalización, lo que ha limitado su capacidad de acción.

María Xol en la sede central de DEMI. Foto de Derik Mazariegos

Xol llega al cargo con más de dos décadas de experiencia en la defensa de los derechos de las mujeres y la prevención de la violencia de género. Es abogada especializada en derecho procesal penal y cuenta con una maestría en Género y Justicia. Su trayectoria incluye la Presidencia de la Junta Directiva del Comité Ejecutivo de Justicia de Alta Verapaz (CEJAV) y la Presidencia y Vicepresidencia de la Oficina Nacional de la Mujer (ONAM).

También ha sido secretaria técnica de la Coordinadora Multisectorial para la Conflictividad Agraria en Alta Verapaz, docente titular en la carrera de Trabajo Social y la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad Mariano Gálvez y coordinadora de proyectos e integrante del grupo asesor de sociedad civil para ONU Mujeres en Guatemala.

Su experiencia y liderazgo la colocan al frente de una institución que enfrenta múltiples desafíos, pero que, bajo su dirección, busca recuperar su papel como un pilar en la lucha por la justicia y la dignidad de las mujeres indígenas en Guatemala.

“Es un honor, pero también un gran reto”

El proceso que llevó a Xol al cargo fue histórico. Tras más de una década de nombramientos “a dedo” y debilitamiento institucional, la Junta Coordinadora de la DEMI -integrada por lideresas como Sebastiana Par, autoridad ancestral de Santa Cruz del Quiché- impulsó una convocatoria abierta y transparente. “Este proceso le devuelve la legitimidad a la DEMI”, afirma Xol, quien fue seleccionada entre una terna de candidatas con trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres indígenas.

Cuando se le pregunta ¿qué significa para usted, como mujer maya Q’eqchi’, haber sido elegida para este cargo?, la abogada se detiene a analizar la pregunta y responde:

“Es un honor, pero también un gran reto. Soy la tercera mujer Q’eqchi’ en ocupar este puesto, lo que representa una responsabilidad enorme. No solo es un compromiso conmigo misma, sino con todas las hermanas que esperan una administración que garantice atención de calidad para las mujeres sobrevivientes de violencia. Mi responsabilidad es continuar el trabajo de la Defensoría con la capacidad que las mujeres del norte del territorio tienen para ofrecer”.

María Xol durante la entrevista con Prensa Comunitaria. Foto de Derik Mazariegos

Recuperar la institucionalidad: un proceso transparente

La Defensoría de la Mujer Indígena fue creada el 19 de julio de 1999 como resultado del Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, en el marco de los Acuerdos de Paz. Su misión es promover y garantizar los derechos de las mujeres indígenas, atendiendo situaciones de discriminación y vulnerabilidad. Para ello, ofrece servicios de atención social, psicológica y jurídica con pertinencia cultural, además de impulsar programas educativos sobre derechos humanos para erradicar la violencia y la discriminación desde una perspectiva intercultural.

La DEMI cuenta con 14 sedes en distintos departamentos del país y una sede central en la ciudad de Guatemala. Su estructura incluye una Junta Coordinadora compuesta por representantes de organizaciones de mujeres indígenas, quienes participan en la toma de decisiones y fortalecimiento de la institución. A pesar de su labor, la Defensoría ha enfrentado cuestionamientos durante los gobiernos de Jimmy Morales (2016-2020) y Alejandro Giammattei (2020-2024).

Conoce más detalles acá:

https://prensacomunitaria.org/2025/02/buscan-recuperar-la-legitimidad-de-la-defensoria-de-la-mujer-indigena/

De acuerdo con la Junta Coordinadora, hubo nombramientos políticos y sin transparencia, que debilitaron su credibilidad.

La nueva defensora de la mujer indígena dijo que diez años sin elecciones y con nombramientos a dedo debilitaron la institucionalidad de la DEMI. “Este proceso, en cambio, fue transparente y legítimo. La convocatoria abierta permitió la participación de mujeres de todos los territorios, con mucha trayectoria y liderazgo. Esto fortalece la credibilidad de la institución y nos permite trabajar desde las necesidades reales de las mujeres”, asegura.

Diagnóstico y planes: dignificación y cobertura territorial

María Xol asume en un momento crítico. La DEMI enfrenta problemas estructurales: protocolos obsoletos, personal mal remunerado y una cobertura limitada en territorios como Alta Verapaz, donde persisten altos índices de violencia contra mujeres indígenas y la población LGBTQ+.

Sobre el estado actual de la DEMI y sus planes a corto y mediano plazo, indica: “Apenas llevamos unos días en este proceso, por lo que estamos en plena fase de diagnóstico. Ya comenzamos con la parte administrativa, y sabemos que hay mucho por hacer, que consiste en actualizar instrumentos y protocolos. Uno de los grandes retos es la dignificación del personal de la DEMI. Es fundamental mejorar las condiciones salariales y garantizar una atención de calidad en todas las delegaciones”.

Uno de los pilares de su gestión será fortalecer la relación con las comunidades y organizaciones que ya trabajan en la defensa de los derechos de las mujeres indígenas. “Es fundamental crear espacios de diálogo con las organizaciones de mujeres, autoridades indígenas y liderazgos locales”, asevera Xol.

“Este es un compromiso que debe ser coordinado, comenzando con la Junta Coordinadora. Es fundamental crear espacios de diálogo con las organizaciones de mujeres, con autoridades indígenas y con los liderazgos femeninos locales, quienes tienen el conocimiento de las realidades de sus territorios y pueden aportar soluciones. El trabajo conjunto es clave para fortalecer la institucionalidad y mejorar la atención a las hermanas indígenas”, agrega.

Violencia en territorios amerita estrategias integrales

En el territorio Q’eqchi’, la violencia contra las mujeres indígenas y la población LGBTQ+ es una realidad cruda y persistente. María Xol reconoce que, a pesar de los recursos limitados, se priorizará la atención en las delegaciones que más lo requieren, con el objetivo de garantizar un enfoque integral, con pertinencia cultural e interseccionalidad.

En el Valle del Polochic, Guatemala, las mujeres indígenas Q’eqchi’ enfrentan una violencia sistémica agravada por la pobreza extrema, el despojo territorial y la discriminación estructural. Según el informe Violencia en contra de las mujeres indígenas y el impacto en su vida en el Valle del Polochic, elaborado por el consorcio del Comité de Unidad Campesina (CUC), Mujeres Transformando el Mundo (MTM) y Oxfam, el 71.6 % de las mujeres tuvo su primer hijo entre los 13 y 18 años, lo que evidencia la prevalencia de matrimonios forzados.

Según el informe del CUC y MTM, en 2022, el Ministerio Público (MP) registró 1,235 denuncias de violencia en Alta Verapaz. Sin embargo, el acceso a la justicia y a los servicios sigue siendo limitado, reflejado en el hecho de que solo el 0.2 % de las denuncias por violencia sexual corresponden a este territorio a nivel nacional. La criminalización de defensoras, junto con la débil respuesta institucional, agrava la impunidad y perpetúa la vulnerabilidad de las mujeres indígenas en la región.

Respecto a este contexto se le pregunta ¿Qué estrategias tienen para abordar la violencia en territorios como el Q’eqchi’?

“Sí, tenemos la ventaja de que ha habido un leve aumento en el presupuesto de la Defensoría, lo que nos permitirá realizar un diagnóstico y establecer cuáles son las delegaciones que requieren mayor atención y fortalecimiento. Alta Verapaz es una de las delegaciones que más necesita ese fortalecimiento urgente. Estamos trabajando para identificar el personal necesario y mejorar la cobertura en estas delegaciones”, responde.

Además, María Xol señala la importancia de un enfoque diferenciado al abordar la violencia contra las mujeres indígenas, ya que estas pueden ser víctimas de diversas formas de violencia simultáneamente. “Es importante poder entender esos contextos y poder dar una mejor atención, una atención más integral y, por supuesto, con un enfoque de pertinencia y con un enfoque de interseccionalidad”, explicó.

A nivel presupuestario, el fortalecimiento institucional sigue siendo un reto. “Si bien ya teníamos décadas de que la Defensoría no era tomada en cuenta para un aumento, ahora tenemos la suerte de que se da. Tenemos ahorita alrededor de 28 millones, lo cual de alguna manera viene a fortalecer. Sin embargo, no es suficiente para poder dar esa atención que se requiere para poder llegar a todas las comunidades o por lo menos acercarnos un poquito más”.

Xol enfatiza en la necesidad de aumentar el presupuesto a 40 millones de quetzales para ampliar la cobertura y dignificar al personal. “El lograr esa atención de calidad también depende, no solo del presupuesto, sino de la voluntad y el compromiso de quienes formamos parte de la DEMI. La incidencia en la gestión de un aumento es fundamental”, anota.

Recuperar la institucionalidad de la Defensoría de la Mujer Indígena es la apuesta de María Xol. Foto de Derik Mazariegos

Acceso a la justicia con enfoque intercultural

Uno de los mayores desafíos es mejorar el acceso a la justicia en comunidades alejadas, donde las mujeres indígenas enfrentan múltiples formas de violencia. La nueva defensora plantea fortalecer los liderazgos comunitarios y trabajar de manera coordinada con otras instituciones del sector justicia para garantizar un acceso efectivo y con pertinencia cultural.

En este sentido se le pregunta ¿Cómo visualiza el proceso para mejorar el acceso a la justicia en comunidades alejadas?

“Un punto clave es fortalecer los liderazgos comunitarios, ya que las mujeres con trayectoria en las comunidades son fundamentales para visibilizar y abordar los problemas de violencia. Las delegaciones de la DEMI deben jugar un papel más estratégico y tener mayor incidencia en los territorios, lo que también requiere una coordinación con otras instituciones del sector justicia. Es esencial generar alianzas a nivel territorial y nacional”.

También destaca la importancia de un enfoque integral que considere las particularidades de las mujeres indígenas y sus territorios. “Hablar de violencia contra las mujeres tiene que tener una mirada especial. Las mujeres indígenas sufrimos, podemos ser víctimas de diversas violencias, y es importante poder entender esos contextos y esas formas para dar una mejor atención”, explica.

El acceso a la justicia también está directamente vinculado con los recursos disponibles. A pesar del aumento a 28 millones de quetzales en el presupuesto para el año 2025 de la Defensoría, aún es insuficiente para llegar a todas las comunidades, según María Xol. “Creo que una de las incidencias más fuertes que hay que hacer es el tema justamente de poder alcanzar y lograr que la Defensoría pueda tener quizás por lo menos 40 millones de quetzales, lo que permitiría ampliar nuestra cobertura”.

La dignificación del personal también pasa por el tema presupuestario. Necesitamos asegurar condiciones adecuadas para que quienes trabajamos en estos temas podamos brindar una atención de calidad, agregó.

Un mensaje final: “Confíen en la DEMI”

Xol cierra la entrevista con un mensaje dirigido a las mujeres indígenas que ven en la DEMI un espacio de protección y defensa de sus derechos. “Quiero invitar a todas las mujeres a que confíen en la DEMI. Estamos comprometidas a mejorar la atención y garantizar el apoyo que necesitan. Les pedimos paciencia y que se acerquen a nuestras delegaciones. Juntas podemos rescatar esta institucionalidad y mejorar las condiciones de vida de las mujeres indígenas”.

La elección de Xol y la nueva Junta Coordinadora de la DEMI representan un paso importante en la lucha por los derechos de las mujeres indígenas en Guatemala. Sin embargo, el camino hacia la justicia y la igualdad aún enfrenta numerosos retos, desde la falta de recursos hasta la necesidad de una mayor coordinación interinstitucional. Como bien lo dice Xol: “Este es un proceso largo, pero juntas podemos lograrlo”.

Prensa Comunitaria

Somos la agencia de noticias Prensa Comunitaria Kilómetro 169 en Guatemala, conformada por un equipo multidisciplinario que proviene de las ciencias sociales, el periodismo, el arte, los feminismos y el medioactivismo. Estamos trabajando desde el nivel comunitario, nacional y fuera de nuestro país. Prensa Comunitaria se legalizó como una agencia de prensa alternativa el 20 de diciembre de 2012.

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