Virginia Laparra: “No todo lo que queremos lo hemos logrado, pero si seguimos unidas vamos a alcanzar muchísimo más”

Crédito: Lizbeth Hernández

Seis meses han pasado desde que Virginia Laparra salió al exilio o destierro, como lo llama. La abogada y exfiscal de la Fiscalía Especial contra la Impunidad -FECI- en Quetzaltenango, reconocida internacionalmente por su lucha contra la corrupción, habló en una entrevista para Ruda, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, sobre cómo la persecución y criminalización está alcanzando aún más a las mujeres, con una justicia disfrazada de ilegalidades.

Por Ana Alfaro

Dejar de callar las injusticias, las violencias y la misoginia es lo que Virginia y otras diez especialistas del derecho perseguidas y criminalizadas han hecho. A ella le ha costado dos años de prisión, arbitrariedades en sus procesos judiciales, dejar a su familia y a su país. Sus agresores y violentadores tiene nombre: Ministerio Público, Fundación Contra el Terrorismo, Lesther Castellanos, un juez sancionado y el pacto de corruptos que son un sinnúmero de empresarios, militares y políticos que se han enriquecido ilícitamente, incluso salido libres de graves delitos por “errores” de la fiscalía y muchos jueces y juezas que no quieren ver el crimen aún cuando hay miles de pruebas. 

Casos de alto nivel de corrupción como “La línea”, “Odebrecht” y casos de violencia y homicidio como “Floridalma Roque” le quitan la esperanza de justicia a la población guatemalteca. La impunidad parece contaminar cada rincón de los entes de justicia, al MP, Organismo Judicial y Procuraduría de Derechos Humanos.

Ante este escenario, nada justo para las mujeres, Virginia se ha tomado un poco de su tiempo para conversar y contarnos sobre su exilio obligado, y las batallas que libran las mujeres que están en el poder y las ciudadanas de a pie.

¿Qué mueve en usted el Día Internacional de la Mujer estando fuera de Guatemala y siendo una profesional del derecho perseguida?

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer es un evento muy importante, y esto es a nivel global, y a mí me satisface saber que este movimiento va haciéndose consciente y va haciendo conciencia cada día más.

Cada vez que pasa, entre más tiempo pasa, creo que se va concientizando la población sobre la importancia que es el valorar el respeto de los derechos de la mujer. Saber que las mujeres somos también seres humanos que sentimos, que necesitamos también ser respetadas por lo que somos y cómo somos, ser aceptadas como somos, con nuestras diferencias, con nuestras virtudes, con nuestras debilidades y sobre todo tener un plano de igualdad. En cuanto a las oportunidades y poder, nos toca llevar más tareas y eso es algo que se debe tener en consideración, y sobre todo percibir ese movimiento desde la esencia, para persistir en la lucha de esos derechos. No todo lo que queremos lo hemos logrado, pero si seguimos unidas vamos alcanzar muchísimo más.

¿Ha tenido alguna comunicación del presidente de Guatemala después que la condecoró con una la medalla Orden de la Excelencia Laboral en el Palacio Nacional de la Cultura?

Sí, yo tuve la oportunidad de hablar con él posteriormente en el mes de noviembre, fuera del país, evidentemente, y bueno, esa comunicación fue muy importante, tanto para él como para mí, porque debemos tomar en consideración que al él asumir se vislumbraba de alguna manera un próximo regreso para todos los exiliados.

Nuestro regreso no depende solamente de él como presidente de la República, como jefe del Ejecutivo, porque sabemos que es el Organismo Judicial, motivado por muchas personas que están vinculadas a la corrupción y que se mueven y se representan, se cubren debajo de las alas de una fiscal general que se apartó totalmente de la loable función que debería de realizar un fiscal general, en perseguir hechos delictivos y no tratar de deshacerse de personas incómodas para un grupo de personas vinculadas a la corrupción, y motivados por sentimientos de odio, de rechazo, de venganza, incluso, que tienen de por medio a personas como los que representan la Fundación Contra el Terrorismo.

¿Qué le diría a las mujeres y niñas que están pidiendo justicia y que sus casos, al igual que el suyo, no cuentan con jueces y juezas imparciales?

Primero, que tengan en consideración que esta es una experiencia difícil, es una batalla que vamos a tener que librar desde distintos ámbitos y que lo que se está impartiendo, no es nada parecido a la justicia, sino es pura arbitrariedad. Como siempre lo he dicho, eso no lo digo yo, no hay siempre soluciones internacionales, incluso, pero hay que mantener la esperanza. No es que todo el sistema judicial no sirva o todos los jueces sean corruptos, porque no es así; unos cuantos han manchado la reputación del Organismo Judicial, porque si revisamos, son los mismos jueces los que tienen los casos de criminalización. 

Entonces, creo que no debemos perder la esperanza, porque caminos hay, claro, no son sencillos, sobre todo porque la corrupción está inmersa en todos los ámbitos, porque si justicia se estuviera impartiendo, ninguno de nosotros estaría en estas condiciones de destierro, muchos de nosotros y otros en prisión preventiva, ligados a proceso y ligadas a proceso. Es difícil, por supuesto que lo comprendo, pero en la medida en que podamos ir haciendo nuestra parte de lucha, creo que vamos a encontrar eso que estamos buscando que se llama justicia.

¿Por qué cree que los jueces y juezas están dejando libres a criminales cuando hay pruebas y testimonios, como casos de Floridalma, Odebrecht, La Línea y tantos que han puesto al descubierto cómo la corrupción le roba y le quita la a la población?

Yo creo que esta destrucción y desmembramiento de la justicia que se ha hecho por parte de muchos jueces es parte de la ola de corrupción que se ha apoderado de muchos en estos juzgados y tribunales, y tiene varios vértices. 

Una, es garantizar impunidad a todas aquellas personas que están vinculadas a corrupción y otros delitos. Yo, estando en prisión, escuchaba cómo algunas personas privadas de libertad decían así, sin ningún tipo de recelo, que le pagaban a determinados jueces e iban a salir, y efectivamente, salían. Y eso es algo que se está haciendo. Por eso es que los casos de corrupción se están cerrando y con penas dejándolos prácticamente en libertad, sin resarcir los daños y por otro lado condenar a personas de cuyos hechos se les acusan no son delito y solamente es para obtener sentencias y para tratar de desviar el foco de corrupción hacia otro lado. Es decir, es tanta su necesidad de mantenerse o de verse como las personas correctas que no son, que lo que buscan es buscar culpables en otro lado y los buscan en personas que son inocentes.

Recordemos que la fiscal actúa de esa manera por un motivo, una motivación, y los jueces también que están ligados a esta red de corrupción lo hacen igualmente para garantizar y garantizarse impunidad, porque saben que, de no estar en esos puestos, tarde o temprano la justicia les llegará.

¿Qué consejo le daría a las mujeres que están en el poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial para realizar su trabajo de forma incorruptible? 

Creo que cuando conocemos cuáles son las funciones que tenemos que realizar, cuál es la labor que se tiene que realizar, y nos apegamos a nuestros principios morales y éticos, el desempeño de la profesión dentro de la administración pública no tendría por qué ser un problema. Eso es básicamente lo que debemos siempre tener presente, tanto mujeres como hombres, porque es así, es mantener siempre en alto esos principios que seguro nos han inculcado en nuestro hogar, que seguro hemos aprendido en alguna medida en las casas de estudio. Entonces, realizar la función pública con honorabilidad, honestidad, con apego a principios morales y éticos y sobre todo con dignidad, es posible.

Si pudiera cambiar algo en esta criminalización y persecución que ha recibido, ¿qué sería y por qué?

Si yo pudiera cambiar algo cambiaría, para empezar, a la fiscal general y a los jueces que están realizando toda esta persecución y criminalización. Si yo pudiera cambiar algo, creo que cambiaría la forma de pensamiento de estas personas y trataría de insertar esos chips de vulnerabilidad, de moral, de ética, de conocimiento jurídico, de vergüenza, incluso, para que actúen de manera correcta. Esto jamás debió pasar. Es una ola de criminalización y es una serie de daños que se han realizado en todos los ámbitos de la vida de muchas personas, hombres y mujeres, profesionales y no profesionales.

Recordemos que esta ola de persecución ha alcanzado, incluso, a estudiantes que les modifican o no un proyecto de vida en el cual nos ha costado trabajo a lo largo de la vida. Esa parte de humanidad, de moral y de ética que se les extinguió a estas personas, si yo pudiera cambiar algo, cambiaría eso. Si no puedo cambiar eso, los cambiaría a ellos, se pudiera poner a personas morales y éticas en esos puestos porque la justicia existe, la correcta administración de justicia y el Estado de Derecho es posible, la democracia es posible, solamente que ha sido empañada hasta el momento por personas que no tienen resabios para actuar.

¿Cómo ve que las colegiadas y colegiados del CANG se interesaran más por salir a votar y elegir por segunda vez a una mujer para dirigir la Junta Directiva?

La verdad es que es muy emocionante para mí ver cómo la exjuez Gámez ha llegado tan lejos y siendo ella una persona tan distinguida. Yo creo que es importante tener en consideración que en alguna medida las personas conocen la honorabilidad que pueden tener muchas mujeres. 

No hemos tenido precisamente la mejor historia de desempeño en algunos puestos de mujeres. Hay una exvicepresidenta de la República, la propia fiscal general, que a mi juicio lamentablemente es vergonzoso lo que hacen, pero significa que la población, los profesionales, saben y sabemos que las mujeres tenemos muchos recursos para poder sacar adelante a una comunidad, en este caso la comunidad de profesionales del derecho, y por qué no decirlo, tampoco a un país de la grave situación en la que ahora nos encontramos.

Es muy importante que esas valorizaciones se estén haciendo y que las mujeres poco a poco vayamos ganando puestos de renombre, puestos importantes para la toma de decisiones para el país.

Internacionalmente ha tenido reconocimientos por su lucha. ¿Qué significa para usted recibir el Premio Sir Henry Brooke 2025?

En mi familia siempre lo he repetido, se me inculcó hacer, procurar siempre hacer lo correcto. Siempre lo he dicho, de perfección no tengo absolutamente nada. Y creo que eso es importante, saber que la entrega, que el esfuerzo constante, que tratar de dar lo mejor de nosotros para hacer de nuestro granito de arena un lindo granito de arena brillante, que sea parte de una, yo siempre digo, debo solamente como el trabajo que ha hecho Virginia Laparra, porque no es un trabajo que he realizado solamente yo, es la representación del trabajo digno, esforzado y hecho con amor, que hemos realizado un grupo de personas comprometidas con la justicia, porque creemos que las cosas pueden ser mejores, porque creemos y confiamos en las habilidades que tenemos y que podemos ponerlas en práctica y al servicio de nuestra nación.

Eso hicimos. Lamentablemente esta ola de persecución ha cambiado en mucho el rumbo de nuestras vidas, pero seguimos luchando y somos capaces de reinventarnos. Lo vamos a hacer y por supuesto el amor que representa para mí y para nosotros el seguir siempre pendientes, siempre luchando desde donde podemos por un hermoso país que está en Centroamérica llamado Guatemala.

Medios internacionales le han entrevistado, como DW, The Guardian. ¿Cuál cree que es la información más importante que deben de publicar esos y otros medios de comunicación sobre la situación judicial en Guatemala?

La justicia se está utilizando como arma para destruir vidas, para sacar a empleados y funcionarios públicos probos de la administración pública, de la administración de justicia y del sistema judicial, con el objeto de dejar a Guatemala a la merced de la corrupción. Eso creo que es importante que se entienda. 

Se está utilizando la propia justicia como arma para tratar de darle una apariencia de legalidad a acciones ilegales que ellos están realizando. Eso realmente es lamentable. Otra. es que un exilio no es voluntario, no existe. Se exiliaron voluntariamente. Todos hemos sido obligados al exilio. Estamos fuera del país, pero no es que estemos libres del todo. O sea, cualquier condición que te obligue a permanecer en un lugar que no es el que tú elegiste, en el que estás obligado a estar, es exilio, eso es destierro. Eso es importante resaltarlo. 

Es importante resaltar también que el esfuerzo fue un esfuerzo conjunto, el personal de FECI, el personal de CICIG, todos hicimos la labor lo mejor que nosotros pudimos. Como repito, no es perfección, no hay perfección en nosotros. Dimos lo mejor de nosotros y seguimos dando lo mejor de nosotros, aún fuera del país. 

Yo realmente admiro a cada uno de mis compañeros porque son personas con mucho valor humano, más allá del valor profesional, un profundo valor humano, mujeres y hombres que a pesar de todo lo que hemos debido padecer por causa de la justicia, seguimos creyendo en ella y seguimos luchando para alcanzar justicia, no solamente para nosotros, sino para los que están dentro del país y para los que vienen detrás.

¿ Qué espera que pueda pasar antes de la próxima elección de jefe o jefa del Ministerio Público?

Que cada una de las entidades en postular los candidatos a fiscal general, se haga de manera consciente y se logre llevar hasta la nómina que se le va a presentar al presidente, personas que sean legítimas para que puedan ser elegidas y para que se hagan los cambios internos que necesita el Ministerio Público.

Consuelo Porras se ha encargado de destruir el Ministerio Público, poniendo en cada uno de los puestos importantes a personas que dan vergüenza realmente de cómo han y están ejerciendo la función fiscal.

Siempre lo he dicho, el Ministerio Público es una entidad que tiene una función loable realmente, pero ha sido destruida con las acciones que ha realizado la fiscal general. Entonces, lo que tiene que pasar es que se busquen los mecanismos para llevar a esa planilla a personas idóneas para que las cosas puedan empezar a cambiar para bien.

El carisma y la humildad de Virginia siguen acompañándola. Ella no olvida a las personas que le han dado apoyo aún sin conocerla, y en esta entrevista quiso aprovechar a decirlo: 

“Quiero manifestar mi profundo agradecimiento porque el pueblo de Guatemala nunca me dejó sola, y a pesar de que no era posible hablar con prácticamente nadie, cuando iba a las audiencias, todas las personas que siempre estuvieron ahí, hoy por hoy cuando energía tengo para poder recordar esos momentos, veo las redes sociales, veo noticias y veo esos rostros maravillosos de personas que sin conocerme creyeron en mí y dedicaron tiempo y esfuerzo. Pasaron las oleadas, noches, creyendo en que soy inocente y es así. Y no solo para mí, para todos y cada uno de mis compañeros también. Y en nombre de ellos también me gustaría agradecer, porque el apoyo ha sido para todos. Guatemala sabe que somos inocentes. Y finalmente me gustaría decir que ninguno de nosotros ha huido jamás de la justicia”.

Ana Alfaro

Mujer, bisexual. Me he dedicado al periodismo, fotografía, gestión cultural y realización audiovisual.
La comunicación y el arte me han permitido recorrer otras miradas y posibilidades de crear. Me gusta escribir, viajar y cuando no hago eso cocino. En el 2020 publiqué el libro “Vulcánica”.

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