Victoria Tubin, maya Kaqchikel, asume un nuevo desafío en la CODISRA

Créditos: Francisco Simón

“El racismo no es solo una barrera que oprime a los pueblos indígenas, es una herida profunda que debilita el tejido social en su conjunto, frenando el progreso y el desarrollo de toda la nación. Erradicarlo no es únicamente una responsabilidad de los pueblos indígenas, sino un compromiso impostergable de todos los sectores. Mientras esta injusticia persista, nuestra sociedad seguirá arrastrando cicatrices que nos condenan a un futuro estancado y fragmentado”, Victoria Tubin.

Por Derik Mazariegos

Victoria Aurora Tubin Sotz de Ical, una mujer maya Kaqchikel, asumió el cargo de coordinadora de la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo contra los Pueblos Indígenas en Guatemala (CODISRA) el pasado 9 de enero. Su trayectoria como activista, socióloga y catedrática en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) la posiciona como “una figura idónea” para dirigir esta institución y enfrentar los desafíos históricos que conlleva su misión.

Junto a ella asumieron sus cargos como comisionados Miguel Felipe Pajarito, del pueblo maya Sakapulteko; Marvin Gilberto Martínez Norales, del pueblo Garífuna; Ana Francisca Pérez Conguache de Sebeyuque, del pueblo Poqoman; y Luis Fernando García Monroy, del pueblo Xinka. Este equipo refleja la diversidad identitaria de Guatemala y tiene como misión trabajar de manera conjunta para combatir el racismo estructural que afecta al país.

Nuevos integrantes de la CODISRA. Foto de CODISRA / Facebook

La académica Victoria Tubin, originaria del municipio de San Juan Comalapa, Chimaltenango, se describe como una mujer maya Kaqchikel y una activista comprometida con la defensa de los derechos de las mujeres, la niñez, las juventudes y los pueblos indígenas. En una entrevista telefónica con Prensa Comunitaria, reflexionó sobre el papel de la resistencia en su vida.

“La resistencia ha sido un valor central en mi vida. Provengo de un pueblo que ha luchado por su dignificación durante siglos de exclusión y violencia”, indicó.

Sus palabras subrayan cómo las experiencias de racismo y desigualdad en su comunidad no solo han moldeado su visión, sino que han fortalecido su compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos humanos.

La CODISRA y su función

CODISRA fue creada el 8 de octubre de 2002 mediante el Acuerdo Gubernativo 390-2002, como resultado de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996. Su misión es erradicar el racismo y la discriminación estructural contra los pueblos indígenas, problemas profundamente enraizados en la historia y las estructuras sociales del país.

Aunque su creación representó un avance importante hacia el reconocimiento de las demandas históricas de los pueblos indígenas, la CODISRA ha enfrentado críticas por su limitada autonomía, recursos insuficientes y la falta de estrategias efectivas para impulsar políticas públicas. Si bien ha sido un espacio relevante para la denuncia y visibilización del racismo, su impacto se percibe como fragmentado, con escasa capacidad de incidencia en políticas nacionales.

El proceso hacia el liderazgo

Victoria Tubin asumió la coordinación de la CODISRA debido a su experiencia y trayectoria profesional, pero su llegada al cargo no estuvo exenta de dificultades. Durante la entrevista compartió que inicialmente dudó en postularse debido al corto plazo de la convocatoria. Además, decidió no buscar cartas de recomendación, confiando en que su historial profesional sería suficiente. Finalmente, animada por colegas y dirigentes comunitarios que respaldaban su perfil, presentó su expediente.

Victoria Tubin, mujer maya Kaqchikel de San Juan Comalapa, Chimaltenango. Foto de Francisco Simón

Un factor clave para su nombramiento fue la normativa interna de la institución. Según explicó, el rol de coordinador/a se asigna a la persona de mayor edad entre los miembros de la comisión, un criterio establecido para garantizar una dirección basada en experiencia. Aunque este principio no está explícitamente mencionado en el Acuerdo Gubernativo 390-2002, marco legal de la CODISRA, dicho acuerdo establece en el artículo 4 que los comisionados deben ser personas de “reconocida honorabilidad e integridad personal, con conocimientos de la cultura y de los derechos de los pueblos indígenas, y con trayectoria en la promoción de los derechos humanos”.

“Mi rol en la CODISRA, según la normativa, es el de coordinadora, al ser la persona de mayor edad del grupo. Este puesto conlleva grandes retos, especialmente por las críticas que la institución ha enfrentado desde su creación”, comentó Tubin.

Entre estos retos se encuentran las limitaciones históricas de la institución, incluyendo recursos insuficientes y desafíos en la implementación de políticas públicas efectivas. Su gestión deberá enfocarse en atender las expectativas de los pueblos indígenas y en fortalecer el rol de la CODISRA dentro de un contexto de racismo estructural y exclusión.

Las prioridades de Tubin

En su gestión, Victoria Tubin ha planteado como objetivo prioritario ampliar la presencia de CODISRA más allá de la ciudad capital, llevándola a las comunidades de todo el país. “El racismo no es solo un problema de políticas o instituciones. Es una forma de pensar que permea nuestras interacciones como sociedad. Cambiar esto requiere un esfuerzo colectivo y una educación que parta desde la base”, expresó.

Entre las principales líneas de acción de su administración se encuentran:

• Promover la educación sobre el racismo: sensibilizar a la población para identificar y cuestionar prácticas discriminatorias que se han normalizado en la vida cotidiana.

• Atender denuncias de discriminación: asegurar que las comunidades indígenas, en especial mujeres y jóvenes, encuentren un respaldo efectivo frente a actos de racismo y exclusión.

• Ampliar el alcance territorial de la institución: Llevar el trabajo de CODISRA a las regiones más vulnerables y desatendidas, fortaleciendo su capacidad de respuesta en contextos locales.

Estas prioridades reflejan su enfoque en abordar tanto los aspectos estructurales como las expresiones cotidianas del racismo, con el objetivo de construir una sociedad más justa e inclusiva.

Concordancia con el gobierno de Arévalo

Cuando se le preguntó sobre la agenda del gobierno de Bernardo Arévalo en la prevención de la discriminación y el racismo, y si hay una verdadera concordancia con la CODISRA, Tubin respondió con una mezcla de optimismo y cautela. “Creo que hay una intención clara, sobre todo en el esfuerzo del presidente por elegir a personas adecuadas para puestos clave. Pero no podemos esperar que todo el cambio venga del gobierno, esto es un compromiso de todos y todas”, dijo.

La activista y socióloga señaló que esta administración muestra más apertura para enfrentar las desigualdades, algo que no siempre se ha visto en gobiernos anteriores. Sin embargo, reconoció que persisten grandes retos por las barreras culturales e institucionales que siguen vigentes. “El avance es lento porque las limitaciones son muchas, pero esta administración abre la puerta para construir algo más sólido y trabajar de la mano con las comunidades indígenas, el gobierno y otros sectores”, añadió.

También destacó la importancia de que las comunidades indígenas no solo sean beneficiarias de las políticas públicas, sino que participen activamente en su creación y aplicación. Según Tubin, esta forma de trabajar en equipo es clave para lograr un país más próspero.

Un mensaje de resistencia

En su rol como socióloga, activista y catedrática de la USAC, Victoria Tubin ha trabajado durante años para generar conciencia sobre las desigualdades estructurales que persisten en Guatemala. En su mensaje final, dirigido a quienes comparten la lucha por un país libre de racismo y discriminación, expresó: “Es hora de dejar atrás las divisiones y enfocarnos en construir un país donde cada persona pueda vivir con dignidad y respeto. Juntas y juntos podemos hacer de Guatemala un ejemplo de inclusión y justicia”.

Consciente de los retos históricos que enfrenta la CODISRA, Tubin comienza su gestión con un enfoque práctico y colaborativo. Su prioridad es fortalecer las bases de la igualdad, ampliar el alcance de la institución y trabajar directamente con las comunidades para visibilizar las problemáticas que persisten en el país. Aunque los desafíos son muchos, su compromiso con soluciones colectivas y su visión estratégica ofrecen una oportunidad para impulsar un cambio en la lucha contra el racismo y la discriminación en Guatemala.