El desconcertante mundo de la detección del cáncer de mama para personas transgénero
El cáncer de mama es una preocupación global, y la población transgénero no es la excepción. Tanto hombres como mujeres trans, al igual que personas no binarias, están en riesgo de desarrollar esta enfermedad. Sin embargo, la realidad es que las pruebas de detección precoz están casi completamente excluidas para estas poblaciones. Esto se debe a que las pautas de detección suelen basarse en datos insuficientes o son directamente inaplicables para quienes no encajan en el modelo binario de género.
Por *Yusimil Carrazana
Pautas para hombres transgénero y personas no binarias asignadas femenino al nacer
Para los hombres trans y personas no binarias a las que se les asignó el sexo femenino al nacer, las pautas de detección del cáncer de mama generalmente se basan en las recomendaciones para mujeres cisgénero. Sin embargo, estas guías no siempre reflejan las necesidades particulares de esta población.
Si una persona transmasculina se ha sometido a una cirugía de mastectomía bilateral con masculinización de pecho, el riesgo de desarrollar cáncer de mama se reduce significativamente. En estos casos, si la cirugía fue realizada correctamente, no se suelen recomendar pruebas de detección rutinarias. Pero, si solo se realizó una reducción mamaria o no se ha hecho ninguna cirugía, las pautas varían según la edad y el riesgo individual de la persona.
Por ejemplo, si una persona de 40 años o más no ha pasado por una mastectomía bilateral con masculinización de pecho, presenta un riesgo mayor que el promedio, generalmente se recomienda una tomosíntesis digital de mama (TDM o mamografía 3D), o una mamografía estándar. En personas entre 25 y 30 años o con un riesgo intermedio, puede ser adecuado también complementar estas pruebas con una resonancia magnética (RM) de mama con y sin contraste intravenoso. Para quienes se encuentran en los cuidados afirmativos de género, la autoexploración mensual de las mamas es altamente recomendada.
Pautas para mujeres transgénero y personas no binarias asignadas masculino al nacer
Por otro lado, las pautas para mujeres trans y personas no binarias asignadas masculino al nacer son aún más imprecisas, ya que hay menos datos disponibles. Estas recomendaciones dependen principalmente del tiempo que la persona ha estado en los cuidados afirmativos de género, ya que el uso prolongado de los medicamentos correspondientes puede aumentar el riesgo de cáncer de mama.
Si una mujer trans ha estado en los cuidados afirmativos de género por menos de cinco años y tiene un riesgo promedio de cáncer de mama, no se recomienda realizar pruebas de detección. No obstante, si lleva más de cinco años en tratamiento, tiene 40 años o más, y un riesgo promedio, una mamografía anual o TDM puede ser una medida recomendable. Si además tiene un riesgo elevado, generalmente se aconseja realizar estos exámenes con mayor frecuencia, independientemente de su edad.
El impacto de la falta de información
Una de las razones principales del escaso cumplimiento de las pautas de detección en la población trans es la falta de conocimiento, tanto por parte de los profesionales de la salud como de las propias personas transgénero. Muchos médicos no están familiarizados con las guías de detección específicas para personas trans, lo que a menudo lleva a la exclusión de esta población de los programas de prevención y diagnóstico temprano.
Es fundamental que tanto los profesionales de la salud como las personas transgénero estén informadas sobre las pautas específicas que afectan a esta población. Las principales recomendaciones provienen de entidades reconocidas como el Colegio Estadounidense de Radiología (ACR), el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF), la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH) y otras instituciones especializadas en salud trans.
En conclusión, la detección del cáncer de mama en la población transgénero sigue siendo un terreno poco explorado. Las personas trans deben recibir atención médica adecuada y acorde a sus necesidades, lo que incluye estar informadas sobre su riesgo personal y las pautas de detección recomendadas. Solo así podremos avanzar hacia una atención inclusiva y equitativa que no deje a nadie fuera del cuidado que merece.
*Dra. del Espacio Trans-Formador