¡BOXEA COMO NIÑA!
Niñas y adolescentes rompen el círculo de la violencia en el ring.
Por Ana Alfaro
A 272 km de la ciudad de Guatemala se encuentra San Marcos, uno de los departamentos fronterizos con México. Este es un territorio donde niñas y adolescentes consideran que el juego y los deportes de combate son una actividad para ellas y no un sueño único para los niños, porque en el país la equidad de género aún es una disputa, en pleno siglo 21, desde temprana edad.
Jugar a las muñecas está bien, pero no es lo único que quieren jugar las niñas y las jóvenes; también están los guantes de box y algunas ya se atreven a estar en el ring, como las destacadas boxeadoras Amanda Serrano, puertorriqueña, o la guatemalteca María Micheo, “La Imparable”.
Si el juego de fútbol está muchas veces prohibido para las niñas, el boxeo no se queda atrás; y si a eso se le incrementa que las niñas, cuando alcanzan la edad de 15 años, tienen como objetivo casarse según las “tradiciones” de las familias, es poco probable que se decidan a perseguir otro sueños.
Según cuenta Nancy Pérez, de la organización Jóvenes por el Cambio (JXC) en esta localidad muchas jóvenes cuando están por cumplir los 15, se enfrentan a la presión de los casamientos. No es de extrañarse, pues viven en un país que solo en este 2024 alcanzó la cifra de 43 mil embarazos en menores, de acuerdo con el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva.
Hablar de derechos sexuales y reproductivos, violencias y fortalecer las habilidades y capacidades de las niñas, es algo que se ha logrado por medio de los deportes, como el boxeo y fútbol.
Todo empezó por este deporte de combate, que es bien visto que se practique entre chicos, pero no tanto entre chicas. “Nació a partir del boxeo que se creó dentro de un cuadrilátero debido a los estigmas, a la discriminación, la exclusión de las mujeres y niñas en los deportes de combate. Una niña de 10, 11 o 12 años quiera entrar a un deporte como el box, se enfrenta a muchos retos y muchos desafíos, mucha discriminación”, indicó Nancy.
¿Tienen las niñas derecho al juego, a la educación de calidad y a espacios de inclusión? La organización manifiesta que la respuesta en Guatemala, y específicamente en San Marcos, es que no. Desde el 2010 empezaron a ver ese escenario para las niñas y jóvenes, y ahora muchas pueden ir a un gimnasio, jugar fútbol y hasta competir nacionalmente en un cuadrilátero.
“En el 2015 no había mucha participación de mujeres, niñas, adolescentes en los deportes de combate como el boxeo. Actualmente, este año tenemos un gran logro porque al fin, después de tanto tiempo luchando, se pudo crear un espacio para que las niñas ya puedan competir, porque antes solo las mujeres, las adolescentes de 15 años en adelante podían competir en el boxeo actualmente, ya desde los 13”, comentó Nancy.
Hasta en el juego y el deporte las niñas en Guatemala tienen que esforzarse para tomar los espacios, porque los niños pueden competir desde los 10 años, pero aquí las niñas pueden hacerlo hasta ahora. “Hay una desigualdad como tal dentro del deporte”, recalcó la entrenadora. Y el desafío para que ellas puedan aprender box es igual de grande. La comunidad y la familia en estos espacios también han dado permiso, y han visto cómo hay cada vez más niñas que se involucran; para las niñas, este deporte es una herramienta de salud mental y de formación; en la cabecera departamental de la ciudad acuden a entrenar de lunes a viernes, dos horas, y los sábados tienen un espacio de formación. Mientras que en las aldeas, dos o una vez por semana.
En la cabecera departamental participan 50 niñas; en la aldea Los González, Palestina de los Altos, 250; San Francisco Soche, 35 y en cantón Agua Tibia, 40. La gran mayoría está practicando boxeo y otras, fútbol.
Por medio de un convenio con la Federación Nacional de Boxeo han logrado que las entrenadoras tengan cursos gratuitos para enseñar, ser entrenadoras y así formar a las niñas.
¿Cómo ayuda el boxeo a las niñas?
La desintegración familiar y violencias también son procesos que han logrado superar las niñas por medio del boxeo. Hay voluntarias que llegaron, se quedaron, incluso ahora son entrenadoras y están por competir para ser campeonas nacionales. “El boxeo tiene el estigma de que es un deporte violento, pero para nosotras no es malo, también es un espacio seguro porque nos sentimos libres”, recalcó Nancy.
Actualmente, las entrenadoras Fernanda Cano, Katerin González, Nancy Pérez, Nataly Miranda en San Marcos; Julissa Rodriguez en Retalhuleu, y en Guatemala Nataly Orozco y Guadalupe Roldan, ayudan a que muchas niñas reclamen su derecho al juego y otras rompan el círculo de la violencia.
Las niñas han logrado ser campeonas. Entre ellas están :
Campeona Nacional categoría infantil (13-14 años, de los 54 kilogramos): Jackelinne Lucía Orozco Orozco
Subcampeona Nacional, categoría cadetes (15 a 16 años en los 46 kilogramos): Olga Pamela Lopéz De Léon
Subcampeona Nacional, categoría cadetes (15 a 16 años 60 kilogramos): Katerin González García
Medalla de bronce, categoría cadetes (63 kilogramos): Hillary Gabriela Sanabria
Medalla de bronce, categoría Infantil ( 46 kilogramos): Daniela Miranda
Medalla de bronce, categoría juvenil ( 48 Kilogramos): Cindy Ortiz
Aunque los desafíos han estado, las niñas y la organización no han perdido los rounds. Han logrado entrenar, tener los permisos de las familias de las niñas, comunidades, realizar entrenamiento profesional, ganar competencias e incluso, gestionar implementos deportivos para las niñas, un aspecto que en Guatemala es limitado.