Angelina Sacbajá, guardiana de la vida y lideresa de Nim Alaxik, “El Gran Nacimiento”

Angelina Sacbajá lleva 48 años atendiendo partos en las comunidades del municipio de Tecpán y otros municipios de Chimaltenango. Esta labor la comenzó a realizar desde que tenía 17 años. Desde los 10 años, ella sabía que iba a ser comadrona pues escuchó a su madre compartirle a otra mujer que ella traía ese don desde su nacimiento.

Ante la energía del Belejej Toj, la abuela comadrona compartió con Prensa Comunitaria su experiencia en esta labor que realizan aproximadamente 23 mil comadronas en todo el país.

Por Joel Solano

Al nacer, Angelina Sacbajá, la comadrona que la recibió, se percató de que traía un velo encima. Era una señal de que había nacido para llevar a cabo esta práctica milenaria considerada un don.

Angelina es la vicepresidenta del Movimiento Nacional de Comadronas Nim Alaxik, que significa el “Gran Nacimiento”. Ella y otras mujeres han liderado una lucha de años para que su labor sea reconocida por el Estado, lo cual está empezando a dar sus frutos.

Cuando ella era niña escuchó a su madre contarle a otra mujer que ella traía el don de ser comadrona. La otra mujer quiso llevarla al extranjero para prepararla, pero su madre le negó el permiso.

Angelina preguntó a su madre por qué no le permitió irse con esa mujer. A lo que su madre respondió que para ser comadrona no se necesita estudiar. “Se te va a revelar en un sueño cuándo vas a empezar”, recuerda que le dijo.

Tratando de seguir esa vocación, comenzó a estudiar enfermería. A sus 17 años tuvo su primera experiencia atendiendo un parto. Ese día, llegó a una casa donde vivía su paciente y le dijeron que ya tenían preparado el temazcal, un baño de vapor.

Angelina, es hoy una abuela que narra su historia. Recuerda que aquel día se asustó con su primera paciente. Se bañó y fue a contarle a su mamá lo sucedido: “Es el momento de que te hable como es. Ahora tienes que aprender. Si Dios te dio el don desde que naciste, ahora tienes que ser fuerte , responsable y agradecida con este don.

La abuela del temazcal 

Fue así que Angelina comenzó su misión como comadrona, como dicen en Kaqchikel

“jala a watit chin tuj, wakamin xa toq´ratit tuj”.

“Es una forma de respeto, no te van a respetar como Angelina, si no que te van respetar porque sos la abuela del temazcal”, le decía su madre.

La abuela indica que las palabras de su madre, su paciente y la madre de esta le marcaron una visión de lo que haría en el futuro. “Entendí el verdadero camino de la abuela comadrona”, señaló.

Acompañar el ciclo de vida hasta la muerte

Como muchas otras comadronas, Sacbajá tiene una conexión espiritual con el temascal, el agua, el fuego, las piedras y las plantas medicinales.

Para comprender los ciclos de la menstruación y de la gestación humana se basa en el calendario lunar. A sus pacientes, cuando les pregunta cuándo fue su último sangrado menstrual, responden, “así estaba la luna la última vez que me vino (la menstruación)”.

Entonces entendió la relación de la gestación humana con la abuela luna y que los cambios de la luna son el signo de la mujer embarazada y su conexión espiritual con este astro.

“Tienes que contar cuántas lunas llenas van a pasar y son 13 lunadas para que nazca el bebé, son 260 días, es un conteo del sagrado calendario lunar”, explica.

Otras abuelas le aconsejaron hincarse para pedir sabiduría en sus sueños y conectarse con ellos. “En el sagrado temazcal tuve una visión, me habló una abuela, así fui formándome en sabiduría abstracta, con una sabiduría ancestral, porque no fui a una escuela, no me capacitaron”.

Las abuelas comadronas de Nim Alaxik en el Congreso de la República. Foto Cortesía

Ella también recalca que ser comadrona no se trata solo de atender a la mujer embarazada, el parto y posparto, sino que acompañan a las niñas y niños desde que nacen hasta los 13 años.

A la abuela comadrona les corresponde informarles a las niñas cómo van a ser los cambios en su cuerpo. “Por eso decimos que las abuelas comadronas acompañamos los ciclos de vida del nacimiento hasta la muerte”, dice.

A veces a las comadronas también les corresponde vestir y preparar a las y los difuntos. “Así como recibimos a los niños, los bañamos, así lo hacemos con el difunto”, explica.

El abordaje de la salud sexual y reproductiva

Angelina explica que cada pueblo, el Xinka, el Maya, el Garífuna y el ladino, tiene su forma de ver la salud sexual y reproductiva, aunque en todas las culturas lo que sí está generalizado es que se trata de un tema que se aborda con respeto, por ser íntimo y privado.

Para las comadronas, acompañar los ciclos de vida de las mujeres es algo profundo porque en la cosmovisión maya y Kaqchikel se refieren a las diferentes etapas de vida de la persona como “ciclos de vida”.

El primer ciclo de vida comprende desde el nacimiento hasta los dos años, de los 2 a los 7 es otro ciclo y el acompañamiento que se les da a las niñas y niños es diferente.

Cuando las infancias cumplen 7 años se cierra un ciclo energético, es cuando la niña y el niño se van de la casa a la escuela y se le entrega a la sociedad.

Luego viene el segundo ciclo de vida que comienza en la escuela y continúa en la casa, donde reciben a los 13 años los cambios biológicos que les corresponden conforme a su género.

En la cosmovisión maya no se celebran los 15 años sino los 13, que es cuando se cierra otro ciclo de vida. Se inicia la preadolescencia y se inician otros 13 años donde las y los jóvenes comienzan su vida profesional.

Angelina Sacbajá (frente) junto a otras abuelas comadronas en el Congreso. Foto Cortesía

A los 26 años, la persona está preparada para enfrentar la vida. Puede que elija ser mamá o papá y comience su vida adulta. Comienza entonces otro ciclo de 13 años que culmina a los 39 años para dar todo su potencial, su energía física y espiritual. La persona tendrá los hijos que quiera tener.

El siguiente ciclo comienza a los 39 y finaliza a los 52. En esta etapa ya se volvió una persona formal, sabe de la vida y ya puede trasladar consejos para preparar a las nuevas generaciones. De ahí se inicia otra etapa hasta los 65 donde la persona comienza a desprenderse para encontrarse con la transición. La persona debe estar preparada.

Por eso, en ocasiones a las abuelas comadronas les toca acompañar los cierres de ciclo.

¿Cómo aborda una comadrona un aborto espontáneo? 

La comadrona Angelina también compartió cómo abordan el tema de los abortos espontáneos en las comunidades.

Así como acompañan a la mujer que da a luz, así lo hacen con los abortos espontáneos. Dependiendo del tiempo de gestación así será el tiempo de purificación o limpieza que se le da a la mujer.

Antiguamente, había plantas específicas para tratar los abortos espontáneos y evitar las infecciones, ya que no había hospitales ni médicos.

La comadrona le daba su medicina a la paciente, sus plantas, le preparaba el temazcal, la limpia (purificación del cuerpo) y le daba un tratamiento, sin problemas.

Sin embargo, eso cambió y al igual que los embarazos, los abortos comenzaron a dar problemas, dependiendo del tiempo de gestación. En ocasiones hay hemoragias o se queda el feto en el útero por varios días. Considera que esto se debe a cambios en la alimentación y el estilo de vida diaria.

Actualmente cuando una mujer embarazada tiene señales de aborto, las comadronas las refieren directamente al hospital, indicó.

La lucha de las comadronas por su reconocimiento

Pese al trabajo tan importante que ejercen en las comunidades donde muchas veces no llega la presencia del Estado, la mayoría de veces su trabajo no es remunerado.

Un pago podía ser un desayuno de huevos y chirmol con tortillas. Luego, los contextos fueron cambiando y ya se pedía un pago simbólico, por ejemplo, de Q1, Q2 y hasta Q100.

Sacbajá es la actual vicepresidenta del Movimiento Nacional de Comadronas “Nim Alaxik”. Conformar este movimiento tuvo un camino largo, que inició desde las mesas de diálogo que realizó el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) con la pretensión de dar un espacio al sistema de salud de los pueblos originarios.

En esta mesa, Angelina representó a la Asociación Política de Mujeres Mayas (MOLOJ). Sin embargo, las comadronas estaban ausentes de la conversación. Por ello se inscribieron en el Ministerio de Salud como mesa de comadronas y guías espirituales nombrando como su representante a Magdalena Cholotío.

Angelina Sacbajá ha sido comadrona por 48 años. Su lucha por la dignificación de la labor de la comadrona ha sido fundamental. Foto Joel Solano

Enseguida, la cartera las invitó para formar parte del Consejo de Salud, donde estaban representados todos los espacios de salud, desde lo comunitario hasta lo profesional, por lo cual cinco comadronas de Alta Verapaz, Quetzaltenango, Quiché, Sololá y Chimaltenango participaron en la misma, eligiendo a su representante y titular. Sacbajá fue la primera titular.

En Chichicastenango comenzó la idea de crear el Movimiento Nacional de Comadronas. Se empezó a buscar el nombre y se consultó al sagrado fuego. Así surgió el nombre Nim Alaxik, “El gran nacimiento”.

La razón del Movimiento es resguardar las prácticas, los saberes ancestrales que poseen las abuelas comadronas y por defender sus derechos, explicó.

Sacbajá indica que hace unos 15 años se intensificó la práctica de que los partos se dieran en los hospitales. Ella considera que esto se debió a la intención de desaparecer a las comadronas, porque era considerada una figura no profesional.

“Nos vimos en la necesidad de alzar la voz para que las mujeres decidan dónde y con quién dar a luz”, dice.

Otro de los objetivos fue luchar para que se le dé continuidad a esta labor que no es una figura comunitaria que nació hace 20 años, “sino que la abuela comadrona es una figura milenaria que existía antes que los hospitales, médicos y enfermeras”.

Es por ello que buscan defender esta práctica.“Somos guardianas de la vida y pilares fundamentales en la vida de las mujeres de las comunidades”, dijo.

Por fin, un reconocimiento a su labor

En Guatemala existe un aproximado de 23 mil comadronas a nivel nacional, según expertas consultadas. Su actual lucha no es solo por un apoyo económico sino reconocer su labor como una misión de vida y dignificarla. “Nosotros no venimos de la escuela, venimos por un don, una misión”, explica Angelina.

Es por ello que afirman que las abuelas comadronas nacen y no se hacen. Al ser reconocidas por el Ministerio de Salud como voluntarias quiere decir que se les debe dignificar y reconocer y eso pasa por un aporte económico para complementar esa dignificación.

Esa lucha se convirtió en una propuesta de ley, la 5357, que fue presentada por diputados de WINAQ en 2017, que buscaba reconocer el 19 de mayo como el “Día Nacional de la Comadrona Guatemalteca Iyom y/o Rati’t Ak’al”. El corazón de esta ley es la dignificación, que se reconozca y se legitime la labor que hacen las comadronas en cada una de las comunidades.

Así dejaron de llamarse comadronas mayas y se convirtieron en un movimiento nacional de comadronas que comprende a los cuatro pueblos que existen en el país.

Esta iniciativa de ley tuvo varios momentos, el primero en 2017, durante el gobierno de Jimmy Morales, la cual fue aprobada pero vetada por ese gobierno.

Las abuelas comadronas de Nim Alaxik lucharon por varios años en el Congreso por su dignificación. Foto Cortesía

Nuevamente se inició el esfuerzo de dignificar a las comadronas con el proyecto de ley 6622, el cual se convirtió en una ley de tres artículos, entre ellos el que reconoce el 19 de mayo como el “Día Nacional de la Comadrona guatemalteca”.

En el artículo 2 del decreto 22-2022 se establece que el MSPAS deberá observar que las comadronas guatemaltecas sean respetadas y reconocidas sin discriminación en el ejercicio de su servicio.

Y en su artículo 3 se establece la entrega de un estipendio de Q3 mil como parte de su dignificación. Sin embargo, este artículo transitorio solo se refería a la entrega del incentivo económico por un año.

En 2025 se conoció otro proyecto de ley, el 6456, el cual reformó el decreto anterior y estableció que el Estado debe entregar un estipendio de Q4 mil a las comadronas de por vida y ya no de forma transitoria. De esa cuenta, se aprobó el decreto 4-2025 que las reconoce y dignifica su labor.

Tal como lo menciona Sacbajá, este 19 de mayo, el Ministerio de Salud entregó la primera parte del incentivo económico de Q2 mil a más de 20 mil abuelas comadronas registradas en el sistema de salud.

Este estipendio se entregará en dos partes, la mitad el 19 de mayo de cada año y la segunda, el 19 de noviembre. Según la cartera, la abuela comadrona desempeña un papel esencial en la cultura guatemalteca “como guía espiritual y comunitaria”.

Sacbajá finaliza la entrevista agradeciendo el acompañamiento de medios de comunicación como Prensa Comunitaria y envía un saludo fraternal a las abuelas comadronas de todo el país.

Señala que los avances de los que habla no son personales sino de un equipo. “Muchas de nosotras aguantamos sed, hambre, enojos, hemos reído, pero es un trabajo de todas, de los profesionales que acompañaron este proceso, de cofundadoras que dejaron el movimiento. Gracias por su esfuerzo estamos a las puertas de un 19 de mayo para celebrar la sabiduría de las abuelas, celebramos la vida con quienes estamos cumpliendo esta misión y conmemoramos la vida de nuestras compañeras que ya partieron, que escucharon esta lucha pero se adelantaron, ellas siempre serán una luz en nuestro camino”, finalizó la abuela.

Prensa Comunitaria

Somos la agencia de noticias Prensa Comunitaria Kilómetro 169 en Guatemala, conformada por un equipo multidisciplinario que proviene de las ciencias sociales, el periodismo, el arte, los feminismos y el medioactivismo. Estamos trabajando desde el nivel comunitario, nacional y fuera de nuestro país. Prensa Comunitaria se legalizó como una agencia de prensa alternativa el 20 de diciembre de 2012.

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