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“Sangre de mi sangre”: un performance en protesta contra la violencia

Fotografía: Peninsular Punto Medio

El color rojo cubre las escaleras del monumento “El Ángel”, en la Avenida Reforma de la Ciudad de México. El domingo 13 de diciembre se realizó una obra llamada “Sangre de mi sangre”, dirigida por la Colectiva Hilos.

La colectiva está integrada por mujeres que se dedican al arte, el periodismo y la psicología. Además se unieron colectivos de personas desaparecidas, madres de mujeres asesinadas o de víctimas de trata.

La colectiva Hilos enseña y acompaña a otras mujeres que quieren aprender a tejer. Creando un espacio para narrar historias, una protesta pacífica y una forma para hacer terapia para mantener la mente ocupada en momentos llenos de desesperación.

En la entrevista realizada por El País, Emelina Guzmán expresa “El hilo rojo representa la sangre que derrama la violencia en México. Queremos llegar a los 100.000 metros cuadrados, uno por cada persona desaparecida”

Al transcurrir el tiempo el manto rojo se hizo grande, una representación de las cifras de las víctimas en el país. México suma 108,787 personas sin localizar y se asesinan a 10 mujeres por día. Es “la metáfora perfecta”, según una la entrevista en El País que dio Claudia Rodríguez, fundadora del colectivo .

El proyecto inició en 2019 cuando aumentó el número de feminicidios en el estado de Jalisco. Las mujeres comenzaron a tejer todos los domingos en el Parque Rojo de Guadalajara. El tejido cobró relevancia en la marcha del 8M en vísperas de la pandemia y ha sido presentando en diversos museos y monumentos del país.

La denuncia social aumenta el efecto curativo para la mayoría de las mujeres. Rodríguez agregó: “El tejer con alguien de alguna manera es empatizar, estimular la solidaridad”.