RUDA

View Original

Mujeres realizan vigilia por una vida sin violencia

Foto: Meme Solano.

Las activistas que integran la Coordinadora 25 de Noviembre se manifestaron para exigir un alto a la violencia misógina, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. 432 asesinatos violentos contra mujeres, 131 femicidios, más de 8 mil denuncias por violaciones y agresiones sexuales son algunos de los datos que muestran la realidad a la que se enfrentan las guatemaltecas, y que la Coordinadora denunció en las actividades de memoria y resistencia del 24 de noviembre.

Por Jasmin López

La noche del 24 de noviembre, en las calles de la capital se escuchó la voz de las mujeres exigiendo,  ¡Ni una muerta más! Mientras portaban farolas en memoria de las 432 mujeres asesinadas durante el 2024. La Coordinadora 25 de Noviembre demandó el cese de la impunidad para los asesinos y violadores de mujeres.

Durante la Caminata de las Farolas, las activistas señalaron que la violencia contra las mujeres constituye  “un problema de seguridad humana y ciudadana”, que se extiende hacia muchos ámbitos de la vida de las mujeres. En lo que va del año, agresores sexuales embarazaron a mil 297 niñas de entre 10 y 14 años, siendo la mayoría de ellas sus propias hijas, hijastras, sobrinas, nietas, primas, vecinas o conocidas. Se registraron 38 mil 488 nacimientos en adolescentes de hasta 19 años de edad, lo que afectó permanentemente sus proyectos de vida.

Un 60.4% de las mujeres viven en situación de pobreza, el 60% no tiene ingresos propios, y sólo el 37.4% de las asalariadas tienen protecciones de ley como el seguro social, según cifras que la Coordinadora dio a conocer y que muestran que la desigualdad de género es un problema estructural y no aislado.

Foto: Meme Solano.

Las mujeres trans, presentes en la lucha

La Asociación de Mujeres Trans en Acción registró al menos 12 asesinatos de mujeres trans en el 2024. En el 87% de estos casos, las víctimas no recibieron justicia. La mayoría de ellas se dedicaba al trabajo sexual, ante la falta de oportunidades laborales más seguras y mejor remuneradas.

Un 44.9% de estos asesinatos se cometieron en el departamento de Guatemala. Sin embargo, existe un subregistro en el resto de los territorios, lo que denota la complicidad e indiferencia de los organismos de justicia con la violencia transfemicida.

Foto: Meme Solano.

Memoria y resistencia

La manifestación recorrió toda la Sexta Avenida, hasta llegar a la Plaza de las Niñas, donde las manifestantes se unieron a la XXIV Vigilia contra los feminicidios. La vicepresidenta Karin Herrera y la secretaria presidencial de la mujer, Ana Leticia Aguilar, asistieron a la actividad y encendieron las primeras velas en memoria de las 432 víctimas de la violencia machista y patriarcal.

Aguilar declaró que “la violencia contra las mujeres no es normal, la violencia contra las mujeres no es natural. Puede ser cambiada. Puede ser atendida”. Enfatizó, además, la importancia de cambiar el comportamiento social sobre esta situación, que lleva a que se naturalice y se asuma como inevitable.

En el lugar se realizó también una ceremonia para honrar la memoria de las 41 niñas fallecidas durante el incendio ocurrido en 2017 en el “Hogar Seguro” Virgen de la Asunción. Las 41 fallecidas y las 15 sobrevivientes, quienes todavía sufren las secuelas físicas y psicológicas. Ellas fueron objeto de abusos y negligencia mientras se encontraban bajo la custodia del Gobierno. En la vigilia, activistas le recordaron a las autoridades asistentes que el culpable  “no fue el fuego, fue el Estado”.

Galilea Monroy, de la Coordinadora 25 de Noviembre, expresó que “el objetivo (de la vigilia) es no olvidar a nuestras muertas, el objetivo es pedir justicia al Ministerio Público y a este Gobierno para que no hayan más muertas”.