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Malacates Trébol Shop, una banda que une a chapines

Foto: Lucia Escobar

Lágrimas, gritos, abrazos, banderas de Guatemala ondeando, saltos de alegría y muchos celulares grabando la fiesta que desde hace más de dos décadas vienen haciendo y gozando en el escenario Jacobo Nitsch con su trompeta, Leonel Hernández en la batería, Chofo Hernández en la guitarra y Francisco Páez con su tan reconocida voz, la que nos invita a creer y gritar que todo, todo se pagará.

Por Lucía Escobar

Con 27 años de carrera musical y cinco discos que exploran ritmos como el Ska, el rock, la cumbia, y ahora la marimba, Malacates Trébol Shop celebra un nuevo disco y una gira que comenzó el 18 de julio, por ciudades de Estados Unidos, México y Guatemala. Recorrerán en total 10 ciudades de Estados Unidos; ya tuvieron cuatro conciertos en México y visitarán seis departamentos de Guatemala. 

En este tour los acompañan Luis Pedro González, de Tijuana Love y Jorge Mario Reyes “El Tico”, que fue saxofonista de Malacates Trébol Shop hasta el tercer disco y ahora vive en Los Ángeles. En algunos conciertos invitaron a tocar a distintos músicos guatemaltecos como Mercedes Escobar, en Boston; Dominique Hunziker y Nelson Carreras en la Ciudad de México; y la Marimba Maya Excelsior, que los acompañó en Estados Unidos. 

Los Malacates Trébol Shop comenzaron a tocar a finales del siglo pasado en pequeños garajes y bares. El primer disco que realizaron fue en 1999, Paquetecuetes. Luego siguieron Solo éxitos (2005), De qué sirve querer (2009), A quien corresponda (2015) y Malacates Marimba (2024). Con este último buscan homenajear a las marimbas de Guatemala con más trayectoria, y al instrumento en sí. En el camino han descubierto que están acercando a la juventud a escuchar marimba. “Nosotros crecimos escuchándola, generalmente los domingos, almorzábamos en familia al ritmo de la marimba, por eso nos trae muy buenos recuerdos.  Siempre que hemos tenido la oportunidad, la hemos incorporado a nuestros espectáculos, pero como un elemento más.  En esta oportunidad se pensó como elemento principal”, afirmó Leo Hernández. 

Ni un centavo

La periodista guatemalteca Stef Arreaga, exiliada en Estados Unidos desde hace más de un año, compartió con Malacates Trébol Shop durante varios días. 

“Todos estamos aquí en la misma condición; no podemos regresar a nuestro país. Y esta es una forma de tener algo cerca, un pedacito de Guate”, comentó la periodista que dedicó varios días a hacer publicidad en la comunidad guatemalteca y acompañándolos en cinco conciertos.  Agregó que, “La música es una expresión que no te limita, es un lenguaje común, te transmite y te activa alegrías, tristezas, coraje y muchas cosas que no hablás, pero que con una canción hasta las podés gritar. Esa fusión de la marimba con los Malacates me pareció maravillosa, una producción y una gira increíble”. 

Stef aseguró que a veces son pocas las alegrías que se tienen estando en los Estados Unidos, “es un país donde tenés que venir a trabajar, a echar penca y los días se te pasan. Esa es la realidad de muchos migrantes”, dijo.  Por esa razón a Stef le pareció increíble que se vendiera completa la única fecha que tenían  Malacates en Bostón, así que propusieron hacer un segundo concierto un lunes en la noche, y siendo Boston una ciudad diurna, llegaron más de cien personas al segundo concierto. 

Otra guatemalteca que disfrutó este evento fue la cantante Mercedes Escobar, quién acaba de terminar una beca en Berklee College of Music y está preparando un álbum bilingüe producido por Gaby Moreno. En sus redes sociales contó que no se esperaba el honor de cantar Ni un centavocon esta banda que ha hecho tanto por el país.

Foto: Lucia Escobar

Ya antes los había acompañado en conciertos en el IGA y en Ciudad Vieja.  “Aquí hay muchos chapines que no pueden regresar a Guate, e ir al concierto de Malacates es lo más cercano que tendrán a regresar alguna vez a su patria (muchos por el resto de sus vidas). Yo me quedé impresionada de ver que cuando Jacobo tocó el himno nacional solo en trompeta, la gente se paró y empezó a cantar el himno. Y hace poco fui al Consulado de GT en Rhode Island a renovar mi pasaporte, y escuché la música de ellos salir del celular de una persona ahí. Realmente son parte ya de la cultura de Guatemala”, aseguró. 

Todo lo que tú nos hagas lo pagarás

La trompeta de Jacobo Nitsh anuncia el principio de una fiesta. “Esta canción va dedicada a muchos amigos que están aquí y no pueden estar hoy en Guatemala, es para ustedes este canto, los esperamos, los necesitamos en Guatemala. ¡Resistencia!”.  Gritos y banderas ondeando en la Ciudad de México, en donde realizaron dos presentaciones.  

Esta canción salió en el disco De qué sirve querer (2009), pero no la pasaban en las radios por mencionar a los diputados, fue hasta las protestas del 2015 cuando se popularizó y fue usada en muchas marchas y manifestaciones como bandera de protesta. 

Foto: Lucia Escobar

Para el concierto en la ciudad de México, la comunicadora comunitaria, también exiliada en tiempos de Alejandro Giammattei, Andrea Ixchíu organizó la llegada de al menos 25 guatemaltecos perseguidos, migrantes, refugiados, al concierto. “La música no conoce fronteras, mueve nuestras emociones, nuestras memorias. Malacates sabe hacer canciones para conectar con ellas. Aunque la oferta musical y cultural de la Ciudad de México es extensa, bailar y cantar el pasado viernes con sus rolas, fue también tener aquí un poquito de mi país y mi pueblo, que extraño tanto. Y eso, no hay festival entero que lo pueda sustituir”, comentó la activista. 

Flor de María Gálvez, exoperadora de justicia de la antigua Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), presente también en uno de los recitales internacionales, comentó: “Fue un concierto muy motivador para mí porque compartí con personas guatemaltecas de distintos lugares, la música siempre une a quienes estamos lejos de nuestro país”.  

“El reencuentro con la diáspora es muy especial porque sabemos lo que representa la gente. Son momentos en los que la música pasa a un segundo plano, y nos convertimos en ese vínculo con los amigos y con la familia que está en Guatemala.  Un agradecimiento a los exiliados por su valentía y por ser la voz de los guatemaltecos que queremos lo mejor para Guatemala”, opinó Leo Hernández, el baterista de los Malacates.  

Hernández comentó que un paso importante para su carrera fue en el concierto de Los Premios Caligaris, en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, el sábado 10 de agosto, porque les permitió abrirse a nuevos mercados y conocer promotores que más adelante pueden invitarlos a otros festivales. “Fue una linda experiencia. Nos recibieron con mucho cariño.  La pasaron muy bien.  Bailaron y gritaron mucho”.

Para Malacates Trébol Shop viene música nueva. No hay secreto para su éxito, “vivimos un día a la vez y soñamos igual que el primer día, con la diferencia que ahora soñamos un poco más planificados”, comentaron.

Esta gira finalizará el 16 de noviembre, en Chiquimula. 

Unite al tour y mirá la fecha en tu cuidad aquí: https://malacates.com/tour/