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Keilyn, guatemalteca de 16 años, desapareció de un albergue hace dos semanas

Por: Alberto Pradilla

Vía: Animal Político

Keilyn Giselle Pérez Nájera tiene 16 años, es originaria de Guatemala y lleva dos semanas desparecida. La última vez que la vieron fue el domingo, 30 de agosto, al interior de la habitación que compartía con su madre, Claudia Nájera, y sus dos hermanas, en un albergue de Cáritas en la alcaldía Gustavo A. Madero. Según relata la madre, se acostaron y, al despertar, la menor no estaba en el cuarto. “No sé nada de ella, tengo que encontrarla”, explica, en entrevista telefónica.

El recinto está vigilado con cámaras de seguridad. La mujer pudo revisarlas acompañada por policías pero en las cintas, que van desde las 22 de la noche del sábado 29 hasta la mañana del domingo 30 no se observa a la Keilyn en ningún momento. En todo este tiempo únicamente sale del recinto un vehículo, propiedad de un maestro de música que trabaja en Cáritas.

La familia de Nájera lleva huyendo nueve meses. Escaparon de Guatemala el 28 de enero. En principio, el objetivo era llegar a Estados Unidos, pero fueron privadas de su libertad por un pollero en Tapachula, Chiapas. Finalmente, fueron atrapadas por el Instituto Nacional de Migración (INM), que las derivó al albergue de Cafemin, también en la Gustavo A. Madero, como alternativa a la detención. Antes de llegar a la capital, la familia inició su trámite para ser reconocidas como refugiadas ante la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar).

Después de tres meses en Cafemin, los cuatro abandonaron el albergue después de obtener una tarjeta de residente por motivos humanitarios. No siguieron su camino hacia el norte, sino que acudieron al Programa Casa Refugiados, que las derivó al albergue de Cáritas. Allí llevaban dos semanas cuando Keilyn Giselle desapareció.

Dice Nájera que su hija nunca le dijo que tuviese intención de marcharse, que no habían discutido ni tenían problemas. Por eso, desde el primer día pide a las instituciones que colaboren con la búsqueda, pero no se siente acompañada y se queja de la lentitud de la respuesta.

La Casa del Migrante de Cáritas lleva funcionando apenas dos meses. Al interior hay cinco habitaciones para familias y otras para uso de personas que llegan de forma individual. Todas ellas se ubican en la primera planta. Desde la apertura, unos diez migrantes han sido recibidos en el espacio, según explica el sacerdote Oscar Arias Bravo, coordinador de Cáritas. El espacio, sin embargo, opera desde hace décadas: ofrece apoyo médico, psicológico y tiene también servicios religiosos.

Desde el momento en el que Keilyn desapareció, su madre se siente desamparada. Dice que se tardaron 9 días hasta que se puso en marcha la Alerta Ámber por la desaparición. En ese momento, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México abrió la carpeta de investigación 597-08-2020. Animal Político consultó con la fiscalía para conocer las líneas de investigación, pero al cierre de la edición no había recibido respuesta.

Nájera se queja de que se han perdido diez días en la búsqueda de su hija. Fue hasta el jueves 10 que policías de investigación y agentes del Ministerio Público acudieron al albergue de Cáritas para revisar e interrogar al personal. Un día después Nájera, acompañada de Ana Enamorado, hondureña cuyo hijo desapareció en 2010, pudieron ver los videos de las cámaras de seguridad y revisar el expediente. “Apenas hay unos oficios, pero no hay investigación”, dice Enamorado.

“No hay forma de que haya saltado”, dice la mujer. En su opinión, “alguien tuvo que abrir la puerta”. Sin embargo, en los videos no aparece la menor, que permanecía todo el tiempo al interior del albergue. Lo único que se observa en esas imágenes es un vehículo gris que pertenece al maestro de música que colabora con Cáritas. Arias Bravo, de Cáritas, asegura que la menor pudo haber saltado por alguna ventana y caminado por el techo. Eso tendrá que determinarlo la investigación. Lo importante ahora, lo más urgente, es que Keilyn sea localizada.