La sororidad es la hermandad entre mujeres que surge del reconocimiento de las unas con las otras como aliadas. Se deriva del latín “soror”, que significa “hermana”. Según Valeria Curiel, feminista y estudiante de ciencia política, es la “solidaridad entre mujeres en cuanto a las violencias y opresiones que vivimos o podemos vivir en el contexto patriarcal”.

Valeria señala que la sororidad no es la imposición de una amistad forzada entre todas, como se suele pensar. “Se expresa en el respeto y el reconocimiento de las otras mujeres como sujetas que son y pueden llegar a ser oprimidas por el sistema patriarcal”.

Practicar la sororidad

La sororidad implica empatizar y con ello, entender que ciertas experiencias de vida de las mujeres derivan de su ser mujer. “También nos lleva a no replicar entre nosotras los distintos tipos de violencia machista a los que diariamente somos sometidas”, explicó Valeria.

Según autoras como Marcela Lagarde, la sororidad es también un pacto político entre las feministas que funciona como un arma para eliminar las desigualdades de género. “Es la respuesta al sistema patriarcal y eso la convierte en un posicionamiento político”, señaló Valeria. Es, también, un pacto de ayuda frente a la constante competitividad en la que el patriarcado nos coloca.

“La sororidad nos lleva a crear lazos entre mujeres de distintos contextos. La organización que de esto puede surgir la convierte también en un posicionamiento político”, finalizó Valeria.