Como lo afirma bell hooks, el feminismo es para todo el mundo. Practicarlo implica conocer distintos conceptos teóricos que lo orientan. En RUDA conversamos con feministas y mujeres del territorio con el propósito de definir este movimiento, cómo lo percibimos y hacia dónde nos dirigimos.

El machismo se encuentra enraizado en todas las sociedades. Según Isabella Monterroso, feminista y estudiante de diseño gráfico, es definido como el “conjunto de ideas, actitudes y comportamientos que buscan establecer el predominio de los hombres sobre las mujeres”. Tiene un fuerte componente cultural, por lo que es aprendido por los seres humanos durante su crecimiento, desarrollo y socialización.

El machismo genera la polarización entre lo masculino y lo femenino, y con base en ello, crea roles y estereotipos. Estos se fundamentan en la desvalorización hacia todo aquello considerado como femenino. A partir de ello, se busca justificar diversos actos discriminatorios.

Dicha desvalorización se evidencia, según Isabella, de distintas maneras. “Un ejemplo son las bromas despectivas hacia las mujeres por su condición de serlo. Se manifiesta también en las distintas formas de violencia, como lo es la física y psicológica”.

Los efectos del machismo en la vida de las niñas, mujeres y sociedades son diversos. Concepciones básicas, como la de la familia, se forman a partir de estas ideas y prácticas. La desvalorización de lo femenino “puede crear una baja autoestima, provocando que la niña o mujer sea incapaz de reconocer su valor. Como resultado, genera también otros problemas, por ejemplo, relacionados con la alimentación. Estas situaciones escalan y tienen repercusiones físicas”, señaló.

Isabella indicó que el machismo debe erradicarse paso por paso. Primero, es necesario informarse sobre las actitudes e ideas que son machistas y que a veces son ignoradas o normalizadas, para luego tomar cartas en el asunto. “Cuando las situaciones no ponen en peligro nuestra seguridad, por ejemplo, al escuchar un chiste machista, debemos señalar a la persona que sus acciones no están bien y pedirles que revisen sus conductas”, explicó.

El machismo se combate a través de la creación de redes de apoyo entre mujeres. “Es necesario contar con espacios seguros donde podamos nombrar lo que vivimos y, de ser el caso, reconocerlo como violencia. Es valioso que juntas nos abracemos, apoyemos y revisemos si estamos viviendo de manera plena y feliz”, finalizó Isabella.