“Estados Unidos pasó décadas contribuyendo al cambio de régimen y la desestabilización en América Latina. No podemos ayudar a incendiar la casa de alguien y luego culparlos por huir”, fue parte de las críticas que la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, lanzó contra la vicepresidenta Kamala Harris luego de haber dicho a los guatemaltecos que han pensado en migrar: “No vengan”.

“Esto es decepcionante de ver. Primero, buscar asilo en cualquier frontera de los Estados Unidos es un método 100% legal. Segundo, Estados Unidos pasó décadas contribuyendo al cambio de régimen y la desestabilización en América Latina. No podemos ayudar a incendiar la casa de alguien y luego culparlos por huir”, escribió Ocasio-Cortez en su cuenta de Twitter el pasado 7 de junio.

“Sería de ayuda si los Estados Unidos finalmente reconociera sus contribuciones en la desestabilización y el cambio de régimen de la región. Hacerlo puede ayudarnos a cambiar la política exterior, la política comercial, la política climática y la política fronteriza carcelaria de EE. UU. para abordar las causas del desplazamiento masivo y la migración”, agregó.

Harris, quien fue nombrada por el presidente Joe Biden como la responsable de todos los asuntos relacionados con la frontera sur de Estados Unidos, respondió a la crítica diciendo: “Permítame ser muy clara. Estoy comprometida con garantizar que Estados Unidos proporcione un refugio seguro para quienes buscan asilo. Punto”.

Prosiguió diciendo: “quiero enfatizar que el objetivo de nuestro trabajo es ayudar a los guatemaltecos a encontrar esperanza en casa. Al mismo tiempo, quiero ser clara para la gente de esta región que está pensando en hacer ese peligroso viaje a la frontera entre Estados Unidos y México: no venga. No vengas”.

La Vicepresidenta Harris también dejó en claro que será una de las prioridades de su gobierno es desmotivar la migración ilegal, pese a que durante la campaña política Harris y Biden aseguraron que tendrían una política acogedora respeto a los migrantes que llegaran a suelo estadounidense.

El plan de Biden y Harris involucra invertir millones de dólares para programas de ayuda y así detener el flujo migrante de Centroamérica hacia Estados Unidos. Una idea que el expresidente Barack Obama implementó con Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte en donde liberaría fondos a Guatemala, El Salvador y Honduras, pero la idea no ha tenido el resultado esperado. Guatemala ha recibido USD$ 1.6 billones en ayuda en la última década, pero los niveles de pobreza y desnutrición han incrementado gracias a las redes de corrupción que expulsan a familias enteras hacia Estados Unidos.