Docentes y estudiantes denuncian hacinamiento e instalaciones adecuadas para el funcionamiento de la Escuela de Arte Dramático.  Espacios reducidos, sin ventilación ni iluminación, y sin servicios básicos, así empezó el año para los estudiantes y docentes de esta escuela que tiene 68 años de formar artistas.

Por Simón Antonio Ramón

Este 2025 no empezó con buenos augurios para el arte. Las autoridades informaron a estudiantes y docentes de la Escuela Nacional de Arte Dramático “Carlos Figueroa Jerez” (ENAD) que su nueva sede se ubicaría en una parte de un edificio de apartamentos en la 10 avenida y 4 calle de la zona 1.

Esta es la tercera sede en menos de dos años desde que fue desalojada del sótano del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias en marzo de 2023 donde funcionó por 30 años.

Tras el desalojo ordenado por autoridades del Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) en el gobierno de Alejandro Giammattei, la escuela fue trasladada a una casa particular en la 8 avenida y 11 calle del Centro Histórico donde había funcionado la Casa Municipal de la Mujer, una entidad de la Municipalidad de Guatemala.

Pero ahora, la nueva sede consta de unas habitaciones pequeñas en un edificio de apartamentos.

Nuevo año, nueva sede

Esta escuela imparte la carrera de Bachillerato en Arte Dramático. Actualmente tiene cuatro estudiantes en cuarto bachillerato, cinco en quinto y seis en sexto. Se espera que en los próximos días se sumen otros seis estudiantes.

Las clases se iniciaron la semana pasada en el horario de 13:00 a 18:00 horas, de lunes a viernes.  Sin embargo, la nueva sede no reúne las condiciones para un centro educativo, mucho menos las condiciones que requiere un centro de formación artística.

El edificio de la nueva sede tiene tres niveles, la Escuela ocupa parte del primer nivel y parte del segundo. En el primer nivel también funcionan abarroterías y en el tercer nivel funcionan apartamentos que limitan su acceso a la terraza.

Cada aula tiene diferentes medidas, la de cuarto bachillerato mide tres por dos metros, y en la misma solo caben los cuatro escritorios, aún no se sabe cómo hará la Escuela cuando lleguen las y los estudiantes que están inscribiéndose.

Esa misma medida tiene el aula de sexto bachillerato. Estos dos grados tienen acceso a iluminación natural, pero no tienen ventilación porque las ventanas están selladas. El aula de quinto bachillerato tampoco tiene ventilación y no tiene iluminación natural. Desde el segundo nivel, se escucha el ruido de los vehículos que circulan sobre la 10 avenida y en la cuarta calle.

Preocupación de docentes  

Hay dos salones de ensayos, uno mide cuatro metros por dos, un espacio insuficiente para que grupos de más de cuatro personas puedan realizar actividades de danza u otras tareas.

El garaje con espacio para un vehículo se ha convertido en el segundo salón de ensayos. En ese lugar se guardan materiales importantes de las y los estudiantes que deberían estar en una bodega, pero al no contar con un espacio adecuado lo resguardan en el “salón de ensayo”.

El salón de maquillaje es más pequeño que el salón de ensayos en el segundo nivel y también se usa para resguardar materiales.

Otras de las deficiencias de la nueva sede de la Escuela Nacional de Arte Dramático, es que en los sanitarios no llega el agua y para usarlos, los estudiantes deben acarrear el agua desde otro punto del edificio.

El docente Iván Martínez, que imparte los cursos de maquillaje escénico y mimo, señaló que los ejercicios prácticos se dificultarán en los salones. “Ellos llevan clases de voz y dicción, canto, mimo, expresión corporal, esgrima, muchos de los cursos prácticos va ser difícil ponerlos en desarrollo por el espacio tan reducido y la contaminación auditiva”, señaló el docente.

Durante los primeros días de clases, las familias de los apartamentos del mismo edificio se han quejado por el ruido de las actividades de los estudiantes.

“Es imposible que estemos en silencio, es una escuela de arte dramático donde lo que necesitamos es que los estudiantes expresen diferentes emociones y personajes”, afirmó Martínez.

Las respuestas del Ministerio de Cultura

El personal del Ministerio de Cultura y Deportes ha señalado a los docentes que todo lo que cabe en la sede de escuela será llevado a una bodega. “Dijeron que van a dar una bodega, pero eso hace que todo el material grande que no cabe aquí ya no lo podrán usar. Lo llevan a otra bodega donde hay materiales de otras escuelas o de otras instituciones del Ministerio de Cultura”, dijo la docente Claudia Chinchilla.

Chinchilla imparte los cursos de Escenología y Drama clásico, Escenología y Drama Moderno y Contemporáneo, Escenología y Drama Popular Guatemalteco y Cultura Estética; es egresada de esta escuela, donde imparte clases desde hace 15 años y recuerda en esos años alrededor de 30 estudiantes ingresaban cada año.

Ahora, con las crisis que ha tenido la escuela, los que quieren estudiar arte dramático buscan otros lugares donde estudiar arte aunque no tenga una validación académica como el que otorga este centro de formación.

Los docentes demandan a las autoridades del Ministerio de Cultura y Deportes garantizar las condiciones que requiere la escuela.  “Necesitamos aulas más amplias en donde quepan 10 a 15 estudiantes, pensando en el crecimiento de la  escuela, pero si lo que quieren es matarla, entonces que sigan reduciéndole espacios”, dijo Claudia Chinchilla.

La escuela tiene 14 docentes, ocho están por contrato y tres no han firmado sus contratos. La institución educativa depende actualmente del Departamento de Formación Artística de la Dirección General de las Artes del Ministerio de Cultura y Deportes.

La directora Marilena Jerez Marroquín, también egresada de la escuela, es la única que tiene comunicación con estas entidades. Al solicitar su declaración se negó a hacerlo porque señaló que sus superiores le habían llamado la atención por una declaración que había dado a otro medio de comunicación.

Una historia de 68 años

La escuela, según la descripción en la página del Ministerio de Cultura y Deportes, fue fundada el 3 de junio de 1957 bajo el nombre de Escuela Nacional de Teatro, Cine y Televisión, y su primera sede fue en el segundo nivel del Conservatorio Nacional de Música.

En 1985, se cambió su nombre a Escuela Nacional de Arte Dramático y en 1990 se le añadió el nombre de Carlos Figueroa Jerez. En 1992 fue trasladada al Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, ubicado en el Centro Cívico de la ciudad de Guatemala.