Chusovitina, la madre coraje gimnasta que se retira en Tokio 2020 con 46 años
Por: La Vanguardia
Sonrió y levantó los brazos para despedirse de las gradas. Luego dibujó un corazón con las manos. Tras competir en ocho Juegos llegó el momento de decir adiós a su andadura olímpica. Ella es Oksana Chusovitina (Bujará, Uzbekistán, 19 de junio de 1975), la gimnasta que compitió por primera vez en Barcelona 92′ y que en Tokio 2020, a sus 46 años puso fin a su carrera tras comprobar que la nota de sus dos intentos en salto, su gran especialidad, no le daría para entrar en la final.
Las reacciones no tardaron en llegar. Jueces, rivales, entrenadores, voluntarios y periodistas, el único público presente en el gimnasio Ariake de Tokio, se puso en pie y la ovacionó con aplausos. Muchas de las gimnastas rodearon a Chusovitina para fotografiarse con ella y dedicarle palabras de cariño. La uzbeka, comenzó a llorar y tuvo que volver a subirse al pasillo de salto para saludar.
Chusovotina compitió con un gran número 8 en el maillot. Logró 14.500 y 13.833 puntos en sus dos saltos, insuficiente para ser una de las ocho finalistas. En las últimas temporadas la ha entrenado su excompañera Svetlana Boguinskaya, con la que compartió el oro de Barcelona’92 y que cuatro años antes, en Seúl’88, ganó cuatro medallas con la Unión Soviética.
Hace quince meses, cuando se aplazaron un año los Juegos de Tokio debido a la pandemia, afirmó: «Pensaba poner fin a mi carrera en los Juegos de Tokio y ahora no voy a cambiar de planes. Otra temporada más en el gimnasio» . Cumplió 46 años el pasado 19 de junio y además de ser la gimnasta olímpica de más edad tiene en su poder otro récord: el de haber competido bajo cuatro banderas.
Ha competido con cuatro banderas distintas, tres de ella en los Juegos Olímpicos
Nacida en 1975 en Bujará, compitió para la Unión Soviética hasta su desaparición. 1988 sería un año especialmente amargo, ya que vio cómo se esfumaba la posibilidad de acudir a Seúl ’88. tras no finalizar en los primeros lugares en el Campeonato de la URSS de ese año por lo que acudió como suplente. En los Juegos de Barcelona 92′ tras la descomposición de la Unión Soviética, participó con el Equipo Unificado. Allí, junto a Svetlana Boguinskaya ganó la medalla de oro por equipos.
Pudo al fin representar a su país en Atlanta 1996, aunque en 1999, un año antes de Sídney 2000, fue madre de un niño, Alisher, al que le diagnosticaron leucemia en el 2002, con apenas tres años de edad. Fue a Atenas 2004 con la cabeza en otro lado y decidió dejarlo después para centrarse en su hijo.
Hoy Alisher tiene 21 años y está totalmente recuperado. Para ello Chusovotina y su marido, el luchador Bajodir Kurbanov -olímpico en 1996 y 2000- se mudaron a Colonia (Alemania) para que el niño recibiera tratamiento. Chusovotina se nacionalizó alemana y volvió a la competición para ganar el dinero que necesitaba para sufragar los gastos médicos. Como alemana participó en Pekín 2008, donde logró la plata en salto y Londres 2012.
Se nacionalizó alemana y volvió a la competición para sufragar los gastos del tratamiento de su hijo
Antes de los Juegos de Londres anunció que serían los últimos. Tocaba disfrutar de la adolescencia de un ya recuperado Alisher. Después se arrepintió. Tenía 37 años y no se perdonaba no haber podido darle una medalla olímpica a Uzbekistán. La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) le concedió en 2013 un nuevo cambio de nacionalidad para que compitiera en Río 2016 de nuevo como uzbeka.
Allí, lejos de conformarse con participar, se clasificó para la final de salto, en la que se codeó con gimnastas veinte años menores, entre ellas la estadounidense Simone Biles. Esa vez no tuvo dudas y ya adelantó que seguiría hasta Tokio 2020, Juegos en los que ha puesto punto y final a una carrera soñada.
Su medallero
A la tercera se retira definitivamente con un medallero envidiable. Cuenta con dos medallas Olímpicas (el oro en Barcelona 1992 y la plata en Pekín 2008), 11 medallas en Mundiales (tres oros, cuatro platas y cuatro bronces), dos preseas en Copas del Mundo (un oro y un bronce), ocho medallas en Juegos Asiáticos, otras cuatro en Campeonatos Asiáticos y cuatro más en Campeonatos de Europa. «Mi cuerpo y mi mente lo sienten y sé por primera vez en mi vida que es hora de que me vaya», reconoció antes de viajar a Tokio. De ahí su sonrisa final.
Fuente: https://www.lavanguardia.com/deportes/olimpiadas/20210725/7624061/chusovitina-madre-coraje-gimnasta-retira-tokio-2020-46-anos.html?utm_medium=social&utm_source=facebook&utm_content=deportes#foto-1