Representantes del pueblo Kaqchikel conmemoraron la resistencia de sus ancestros y pidieron no celebrar el genocidio cometido por los españoles en 1524.

Por Prensa Comunitaria*

El Pueblo Maya se reunió en la antigua capital de la nación Kaqchikel para expresar su rechazo a las actividades de celebración por los 500 años de llegada española a la vieja ciudad de Iximché, Tecpán.

En el lugar se reunieron las autoridades indígenas de los pueblos Kaqchikel de San José Poaquil, Sacatepéquez y Sololá para realizar una actividad en Tecpán, para conmemorar los 500 años de resistencia tras la llegada de los españoles a esa ciudad.

Andrés López, alcalde indígena de San José Poaquil, Chimaltenango, indicó que el genocidio comenzó con la llegada de Pedro de Alvarado, el 12 de abril de 1524, y que continuó perpetrado por la política del general Efraín Ríos Montt, en 1982.

López afirmó que, aunque ya no se les ataca con armas, el pueblo continúa muriendo por la pobreza y corrupción.

“Estamos escuchando que van a traer al Ejército para celebrar acá en Tecpán el triunfo de los españoles, pero nosotros como pueblo Kaqchikel no estamos de acuerdo que se hagan celebraciones sobre la tumba de nuestros abuelos”, dijo la autoridad indígena.

“Nosotros, los ciudadanos Mayas nos oponemos rotundamente a todo evento de celebración por parte de instituciones del Estado, organizaciones sociales e iglesias por los 500 años de genocidio, saqueo, matanza, esclavitud y explotación más despiadada hacia nuestros ancestros”, comunicaron las autoridades indígenas.

Además, se opusieron a la celebración por la fundación de ciudades, iglesias y otros acontecimientos coloniales que se dieron a partir de 1524.

“Es fundamental recordar y rememorar para no olvidar que, para establecer dichas ciudades coloniales, violentaron sistemáticamente, entre masacres, quema y destrucción de bienes, violaciones sexuales a mujeres y el sometimiento de sobrevivientes”, indicaron.

Asimismo, recordaron a los ancestros que sufrieron por la llegada de los españoles y la invasión al territorio Kaqchikel.

“Es digno exigir que cesen las celebraciones programadas y que se abra un espacio para reconocer el pasado, para dignificar a nuestros ancestros que perdieron la vida en las masacres, tener memoria e iniciar otra fase en la historia de Guatemala”, enfatizaron los representantes indígenas.

En tanto, Luz Emilia Ulario Zavala, líder indígena y exalcaldesa de Santa Lucía Utatlán, aseguró que el pueblo Maya no tiene nada que celebrar y que el gobierno no debería invertir dinero en algo que ha dañado al país y que fue una invasión.

Además, aseguró que participaron en la actividad para conmemorar y honrar a los abuelos y abuelas que sufrieron la invasión española a Iximché hace 500 años.

*Con información de Joel Solano