RUDA

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8 de marzo, nada que celebrar

Por: Andrea Ixchíu Hernández

El 8 de marzo de 1875, cuando cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica de textiles de Nueva York marcharon por las calles contra los bajos salarios, ya que eran pagadas mucho menos de la mitad de lo que cobraban los hombres. Esa jornada terminó con 120 mujeres muertas por la brutalidad policial y provocó que las trabajadoras fundaran el primer sindicato femenino.

Luego el 25 de marzo de 1911, nuevamente en Estados Unidos 146 trabajadoras murieron en un gran incendio de una fábrica textil a causa de derrumbes, quemaduras e intoxicación por humo y otras se suicidaron al no tener escapatoria, por una protesta en mejora a sus salarios. Se presume el dueño de la fábrica ocasionó el incendio.

Esto dio como resultado que cada 8 de marzo se conmemore el Día Internacional de la Mujer, como un recordatorio de la importancia del respeto y cumplimiento de nuestros derechos humanos.

Sin embargo, hoy 8 de marzo del 2017 en San José Pinula, Guatemala, se presumen alrededor de 20 niñas fallecidas, calcinadas en un incendio ocasionado en el Hogar Seguro “Virgen de la Asunción”. Este sitio es un centro estatal de protección para niñez victima de violencia. Hasta el momento las autoridades estatales responsables del lugar no asumen el hecho y su responsabilidad, pero además culpan a las niñas y no brindan información del caso, ya que este centro tiene 6 años de recibir denuncias por violaciones cometidas contra la niñez y adolescencia, que se supone debía proteger.

Así nuevamente se replica la fórmula de desprecio a la vida de las mujeres, provocada tanto por este sistema capitalista expropiador de vidas, como del modelo de estado nación que quiere ejercer control total sobre la vida de las mujeres.

Se hace imprescindible entonces, hacernos un llamado a la acción colectiva y reflexiva, para ensayar e imaginar otras formas de organizar la vida.

Hoy marchamos con digna rabia, con rebeldía, con fuerza y con coraje resistimos a la guerra que nos ha impuesto el capital y luchamos por la posibilidad de construir un mundo distinto, hoy la mujeres protestamos porque ante esta historia de despojos no hay nada que celebrar.