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28M: Accionar por la salud de las mujeres en un mundo patriarcal. Parte II

Fotografía: Andrea Rodríguez

¿Cómo pensamos la salud si no conocemos nuestro cuerpo?

Alejandra Andrino es ginecóloga y obstetra de la USAC especializada en ultrasonido ginecológico y obstétrico. Trabajó en el programa de violencia sexual y embarazadas menores de 14 años en el MSPAS. Hoy se dedica a la atención clínica y a difundir información sobre educación ginecológica y sexual en las redes de Instagram, Facebook y TikTok. Andrino menciona que ve un gran desconocimiento sobre la anatomía de las mujeres, el funcionamiento del ciclo menstrual, el uso de anticonceptivos o de anticoncepción de emergencia, y principalmente sobre cómo se puede quedar embarazada.

“No saben ni siquiera cómo pueden quedar embarazadas. Muchas preguntas son de “hice tal cosa, ¿puedo quedar embarazada?” Su ciclo menstrual también lo desconocen completamente, no saben cómo funciona la ovulación, que no es algo fijo para todas las mujeres pero sí tiene un ciclo definido. Tampoco saben cómo saber si son regulares, qué es normal en una menstruación, qué es anormal. Incluso hay desconocimiento sobre lo más básico de la anatomía, no saben la diferencia entre la vulva y la vagina.“

Por lo general, en cuanto a métodos anticonceptivos las mujeres saben que deben usarlos pero desconocen cómo, o utilizan el que ven que otras familiares usan. También existe mucho desconocimiento sobre el funcionamiento de la anticoncepción de emergencia “creen que es un método anticonceptivo o abortiva, y no, es un método de emergencia.”

Como se puede ver, muchas de las dudas de las mujeres se relacionan con una ausencia de educación sexual. Esto tiene consecuencias muy graves, de las cuales Andrino resalta los embarazos no deseados, ya que ante mayor conocimiento e información es más probable que las mujeres utilicen correctamente los métodos anticonceptivos o ejerzan su autonomía sexual de manera informada, sin creer en los mitos alrededor de la sexualidad. La ginecóloga menciona que hay casos de adolescentes que sus parejas les dicen que no pueden quedar embarazadas en su primera relación sexual, lo cual es totalmente falso.

“Se ha visto que en los países más conservadores como es Guatemala hay tasas altas de embarazos en adolescentes y niñas. Desde que se llevan estadísticas en el Ministerio de Salud, aunque hay mucho subregistro, más o menos 2000 niñas menores de 14 años quedan embarazadas anualmente en Guatemala. Es muchísimo. Y adolescentes eran como 20mil o más embarazos nuevos cada año. Se han hecho estudios y se ha encontrado que mientras más saben las personas de educación sexual, más retrasan el inicio de vida sexual, porque ya saben las consecuencias que puede llegar a tener”.

Otra de las consecuencias de la falta de educación en salud sexual es la prevalencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) en las mujeres. Principalmente la clamidia, gonorrea y tricomoniasis. Otras infecciones que no son de transmisión sexual pero que prevalecen en mujeres y niñas son las vaginosis bacterianas y candidiasis.

Rompiendo el silencio sobre la salud menstrual

Otras enfermedades comunes en las mujeres son las relacionadas con el ciclo menstrual. El Síndrome de Ovario Poliquístico -SOP- y la endometriosis afectan a 1 de cada 10 mujeres en el mundo. El SOP es una condición documentada por primera vez en 1930, causada por desequilibrios en las hormonas reproductivas, es decir en el estrógeno y la progresterona.

“Se cree que por el estilo de vida que tenemos ha ido aumentando, somos más sedentarias, comemos mal, el aumento de peso entre otras cosas”, menciona Andrino.

La ovulación en las mujeres con SOP no se desarrolla normalmente, generando periodos menstruales irregulares o dolorosos y quistes en los ovarios. La endometriosis es una condición que ocurre cuando el endometrio, el tejido que recubre el útero y que es expulsado en la menstruación, comienza a crecer fuera del útero generando menstruaciones muy dolorosas, de larga duración, o ciclos menstruales muy cortos.

El acceso a educación menstrual sigue siendo un problema para las mujeres, que se refleja en el desconocimiento sobre cómo funciona el ciclo menstrual y qué cambios se pueden percibir en el cuerpo. Sin embargo, la ginecóloga Andrino menciona que ahora se habla más del tema, lo cual permite identificar anormalidades en los ciclos menstruales y atender las afecciones. Otro de los factores que contribuye a identificar más casos es que hay más técnicas para diagnosticarlos.

“Ahora todas nos hacemos ultrasonidos cada cierto tiempo. Y lo de visibilizar, antes no hablaban de sus menstruaciones, si no les venía en un año nadie sabía, en cambio ahora como ya lo hablamos pensamos no es normal que no me venga al mes y buscamos ayuda”.

Prevención, detección y atención

Para el caso de las infecciones comunes, la ginecóloga Andrino explica que hay varias formas de prevenirlas. En las niñas, usualmente es por una higiene inadecuada, y las recomendaciones son cambiar el tipo de ropa interior y no utilizar jabones con olor o antibacteriales en los genitales. Para las mujeres en edad fértil los cambios de hábitos son los mismos, además de evitar las duchas vaginales, que no son necesarias y pueden generar candidiasis bacteriana o dermatitis por contacto.

Para el caso de las ITS, el uso de condón masculino es lo más eficaz para prevenir la transmisión. Solo en el caso del Virus del Papiloma Humano -VPH- hay un 10%-30% de riesgo de transmisión, ya que también se transmite por contacto de piel. El VPH es la ITS más frecuente a nivel mundial, calculando que 4 de cada 5 personas con vida sexual activa lo van a tener en algún momento de la vida. Un 90% de los casos el cuerpo elimina el virus de manera natural, sin embargo el 10% de los virus que persistes puede llegar a presentar otros síntomas como verrugas y cáncer, este último detectado a través del examen de Papanicolaou.

“Lo malo es que cuando ya comienza a dar síntomas o ya sale un papanicolau anormal ya estamos un poco tarde. Entonces no es tan sencillo de decir que si tengo tal síntoma ya me preocupo. Por eso hay que hacer el Papanicolaou regularmente.”

Ahora, la principal forma de prevenir el VPH es la vacunación. Andrino cuenta que desde el 2018 el Ministerio de Salud introdujo al esquema de vacunación la vacuna del VPH, entonces están vacunando a niñas de 10-14 años, pero esto no garantiza que la vacunación sea masiva por los mitos que existen alrededor de la vacuna.

“En Guatemala es muy complicado que dejen que vacunen a las niñas. Piensan que se van a volver infértiles, los papás no las llevan a los centros de salud. Pero por lo menos ya está la opción, solo es de hacer propaganda de que se lleven a las niñas“.

Es así como resulta importante en los contextos como el guatemalteco, donde las vacunaciones no son masivas, que las mujeres se realicen un Papanicolaou una vez al año desde el inicio de la vida sexual. En contraste con otros países donde se realizan pruebas de VPH, los Papanicolaou se calendarizan para una vez cada tres o cinco años.

Otra forma de prevención secundaria sería limitar el número de parejas sexuales para disminuir la probabilidad de que alguna tenga el virus y lo contagie, lo mismo con la pareja.